- Solo queda definir la lista de canciones, pero C. Tangana tiene mezclado y masterizado “suficiente” material como para publicar mañana mismo El madrileño, su esperado disco, que contendrá Tú me dejaste de querer (con la que rompió registros comerciales) o Comerte entera, la bossa lanzada este viernes que lo ha unido a una leyenda como Toquinho.

“Eso ha sido un desmadre... y lo que se viene”, anticipa en una charla por un álbum que es “como el Madrid de Zidane, con una plantilla espectacular”, y en el que ha contado con figuras de relumbre como Jorge Drexler (al que presume de llamar “amigo”) o la actriz Bárbara Lennie (“musa” de su último videoclip).

Han sido dos años de trabajo para terminar de moldear los temas, dice Antón Álvarez (Madrid, 1990), antes de precisar que en realidad ha sido su disco “más espontáneo y menos performativo”. “No se ha tratado de colaborar con artistas que funcionen, ni en mi mercado ni en ningún otro, tampoco con las composiciones. Es espontáneo porque toma mis referencias reales, la música que escucho de verdad. También por la forma de componerlo, con temas que están escritos con guitarra y voz en un día, en un par de horas la mayoría, y sin un filtro de teatralidad”, afirma.

La suya es, desde hace tiempo, una apuesta arriesgada en la inmersión y mezcla de géneros, redibujando estilos típicamente españoles para sacarlos del ostracismo o la caspa, como demostraba al traer al presente el pasadoble en Demasiadas mujeres, otro de los cortes del próximo álbum y, para su sorpresa, otro número 1. “Pensé que sería un giro que me podría dar reconocimiento, pero no estar al lado de las visitas que ya tenía. Creía que sería más bien un recogimiento, como le pasa a muchos artistas cuando se hacen mayores, pero es justo cuando más exposición estoy teniendo”, celebra.

El madrileño es mejor disco que Ídolo”, dice, “pero porque lo que estoy haciendo en cada momento es para mí lo mejor. Me obligo a esa obsesión de apasionarme con la creación. Necesito una excitación que me lleve a creer que esa canción va a cambiar la historia de la música y mi carrera para siempre”. Lo intenta de nuevo con Comerte entera, una ecuación de múltiples variables, en las que se entrecruza la bossa nova, el funk carioca y “ritmos ibéricos” para alumbrar un tema sensual de voz robotizada que lleva su sello.

“La esencia de este disco es buscar una perspectiva tan mía, tan original, que aunque todo el mundo la vea no se pueda copiar”, destaca C. Tangana, para quien su singularidad artística radica en varios factores: “mi idioma, mi forma de hablar, mi forma de entender la producción y componer, no quedarme en la imitación y tomar un nivel de riesgo que esté un paso por delante de lo que ya se ha hecho”. Visto eso, da la impresión de que no hay género al que no pueda meter mano este artista surgido del ámbito del rap. Pero no. “Lo único que rechazo es lo que venía haciendo”.