- Como es tradicional por estas fechas, el Principal guarda reposo estas semanas por lo menos de puertas hacia fuera. El pequeño paréntesis antes de que arranque la programación de invierno y de que se recuperen ciclos ya en marcha como la temporada de abono de Euskadiko Orkestra -que volverá a las tablas de la calle San Prudencio el próximo día 22- se suele aprovechar para llevar a cabo no pocas labores invisibles para los espectadores aunque imprescindibles para el edificio. Eso sí, en los últimos años se ha convertido en tradición que se aproveche también para ofrecer unas especiales visitas guiadas a la centenaria infraestructura que hoy y mañana van a volver a repetirse.

Los recorridos se van a producir tanto en castellano como en euskera, aunque no queda ni un solo hueco libre desde hace semanas para poder acceder. Quienes tengan su pase en la mano, más allá de los condicionantes que supone la presencia de la pandemia, van a tener la oportunidad de perderse entre los diferentes recovecos del edificio, lugares en muchos casos que los espectadores no suelen conocer o transitar cuando acuden a ver una representación o un concierto. Todo ello compartiendo recorridos y conversación con los propios técnicos del teatro.