- El pianista de Llodio, afincado en Londres, Antonio Oyarzabal vuelve a casa por Navidad y, este año, además, con triple ilusión, ya que regresa con una agenda repleta de conciertos. “Estoy de camino a casa y me siento muy afortunado de poder decir esto. ¡No os imagináis qué ganas!”, confesaba ayer en sus redes sociales. La primera parada la tiene a las 19.30 horas de hoy, dentro del los Martes Musicales de Fundación Vital, donde ofrecerá La musa olvidada.

Nombre de su tercer trabajo discográfico e integrado, todo él, por composiciones de mujeres que, tras un año de investigación, Oyarzabal ha rescatado del olvido, aglutinándolas en un disco. Son trece compositoras, que van desde principios del siglo XVIII con Élisabeth Jacquet de La Guerre, al siglo XIX con Clara Schumann y Fanny Mendelssohn, y hasta el XX con Germaine Tailleferre, Lili Boulanger, Amy Beach, Mel Bonis, Ruth Crawford, Ethel Smyth, Vít?zslava Kaprálová, Mana-Zucca, L?cija Gar?ta y la navarra Emiliana de Zubeldía.

Un auténtico catálogo de heroínas que surge de un estudio profundo y minucioso llevado a cabo por el pianista alavés y que también podrá disfrutarse, el martes 22, en la iglesia parroquial de San Pedro de Lamuza en su localidad natal: Llodio. De igual forma, Oyarzabal -junto a la también laudioarra y soprano Ariadna Martínez- volverá a la sala de la Fundación Vital en la capital alavesa, el día 30, para presentar la obra de otro de sus convecinos ilustres y olvidados: Julián Martínez Villar que, como tantos otros vascos, emigró a América a principios del siglo XX y, aunque nunca regresó, no se olvidó de su tierra. Prueba de ello es su extensa obra, en la que se recogen arreglos de canciones populares vascas como Maritxu nora zoaz o Boga boga marinela. En definitiva, un concierto que invita a pasear por la historia de canciones más populares, de la mano de tres alaveses.