unque es copropietaria de un chiringuito en Tarifa (Cádiz), la actriz Raquel Meroño entró en la quinta edición de MasterChef Celebrity como la “mamá microondas” y se ha hecho con el título de ganadora gracias a una trayectoria y a un menú final que convenció al jurado y a los triestrellados Joan Roca y Ángel León.

Meroño diseñó su menú final con Oriol Castro, Mateu Casañas y Eduard Xatruch, los tres cocineros de Disfrutar, con dos estrellas Michelin y tres soles Repsol en Barcelona, viajando entre España y Asia con un sashimi de atún, un solomillo de cerdo ibérico con toques asiáticos y un volcán de mango con crema de cacahuete. Reconoció que no sabía ni freír un huevo cuando se estrenó en este MasterChef Celebrity y no sólo evolucionó, sino que supo ampararse en uno de los equipos de cocina más creativos del Estado, ganar los 75.000 euros que destina a la ONG Mensajeros de la Paz, para que “sigan dando de comer a todos los que lo necesitan”. Luchó con “pico y pala”, su postre de volcán de mango con coco, cacao y aromáticas contra el primer clasificado para la final, el humorista Florentino Fernández.

Flo, más cocinillas y comilón, trabajó su menú final con Toño Pérez, del biestrellado Atrio (Cáceres), a quien imitó a falta de su parodia de Flosie en la final (igual que ocurrió en la semifinal), dado que RTVE decidió eliminar cualquier referencia al personaje homosexual que Fernández parodiaba por las críticas de la audiencia, y por el que pidió perdón públicamente. Su menú recibió múltiples alabanzas de los dos cocineros invitados a la final, Joan Roca (El Celler de Can Roca, Girona) y Ángel León (Aponiente, El Puerto de Santa María), pero tanto ellos con el jurado compuesto por Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz se decantaron por el de Meroño.

La actriz presentó unos platos en los que combinó su pasión por Bali, isla que le marcó “profundamente”, a los que los jueces les dedicaron piropos como “te hace viajar de forma elegante” . Ambos dispusieron de 120 minutos para elaborar entrante, principal y postre, ante el jurado habitual, los cocineros invitados y sus familiares y compañeros de concurso como espectadores de excepción.

Flo, fue el primero en colarse en la final en el último cocinado en exteriores de esta edición, que se hizo en otro tres estrellas Michelin, Cenador de Amós (Villaverde de Pontones, Cantabria), donde Raquel Meroño, Nicolás Coronado, Ainhoa Arteta y Josie tuvieron que emular un menú diseñado por su cocinero, Jesús Sánchez.

Meroño confesaba ayer que estaba muy contenta de haber descubierto el mundo de la cocina, “del que no quiero salir jamás. ¡Qué pena haber tardado tanto en entrar!”, aseguraba en una entrevista telefónica con Efe. Tanto que ya planea hacer “algunos cambios” en la carta de su chiringuito de cara a la próxima temporada. “Antes los socios no me hacían ni caso, pero ahora sí”, dice quien se define como “muy glotona”.

Aseguró que se enteró “tarde” de la polémica creada por Flosie, el personaje de su compañero de final Flo. “Me eché las manos a la cabeza porque Flo es de todo menos homófobo. Tengo clarísimo que no tenía ninguna intención de ofender; es un bonachón y mejor compañero”.

Meroño, cuyo sueño es “volver a la televisión”, sigue sin cocinar en el día a día, pero se ha convertido en la estrella de las reuniones de amigos, a los que les gusta “agasajar”: “No me apetece hacer el filete a la plancha de a diario, pero me curro los menús cuando reúno en casa a los amigos, eso sí, en grupitos pequeñitos”.

Los seguidores de este concurso tienen nueva cita el próximo martes, cuando empieza una nueva edición de Masterchef Junior.