- "No se puede parar el mundo". El cantante y compositor gasteiztarra Iñaki Ortiz de Villalba lo tiene claro. Por eso, aunque la situación no sea propicia para casi nada y tampoco para publicar un nuevo trabajo, su Modus Operandi vuelve a la carga con la publicación de su segundo disco, Dantza gaitezen hil arte (Baga Biga). "Por supuesto que el título está elegido con toda la intención, necesitamos ver las cosas de otra manera" haciendo, como es su caso, que la música y el baile sean la mejor vacuna ante el panorama presente.

Una decena de temas dan forma y fondo a un trabajo que trae diferentes novedades, como la inclusión definitiva en la formación de Diego Martínez, Joseba San Sebastián y Josu Erbiti, que se unen a Ortiz de Villalba, Rubén Antón y Andoni Matxain. De hecho, en manos de Erbiti ha estado también la grabación, mezcla y masterización de un álbum registrado en el navarro Drum Groove Studio durante los pasados agosto y septiembre. Un proceso en el que han colaborado La Furia, Moro, Jorgito, Gorka Pastor y Elena Tormo, sin olvidar la aportación escrita de la autora gasteiztarra Karmele Jaio, reciente Premio Euskadi de Literatura en Euskera.

Como es evidente, todo este proceso no ha podido escapar de la presencia del coronavirus. Tampoco ahora ni en las próximas semanas. De hecho, el concierto de presentación esperará hasta el próximo 15 de enero de 2021. Será en la sala Santana 27 de Bilbao y de momento es la única fecha confirmada debido al covid y la paralización casi total de la escena que está generando.

A la espera de poder seguir alimentando esa agenda, los componentes de Modus Operandi reconocen que ha habido sus dudas sobre si publicar el álbum ahora o esperar, aunque, en una decisión consensuada con Baga Biga -que ha atrasado otros lanzamientos previstos para este año-, se ha optado por apostar y ver qué sucede. La cuestión es no quedarse suspendidos en una especie de limbo sin fin. Sucedió igual durante el confinamiento, cuando las canciones empezaron a coger cuerpo aunque los miembros de la banda estaban desperdigados en sus diferentes localidades de residencia.

Las nuevas tecnologías se convirtieron en el aliado imprescindible. "La verdad es que fue un proceso muy diferente" para armar una propuesta que en lo sonoro sigue la senda del ska y el rock pero uniendo a sus pasos otros aires como los de la salsa, el punk, el reggaeton, el funk... Así se puede apreciar en temas como Sareak, Dámelo, This is the fiesta o Zure ondoan egin nahi dut lo, canciones en las que el amor y el desamor se dan el relevo con reflexiones sociales y críticas políticas.

De momento, el primer single, que da título al disco, ya está lanzado, vídeoclip incluido. Es más, ha dado hasta para generar una polémica en redes sobre la formulación correcta de la frase. "Nosotros somos de hacer caso a Euskaltzaindia", ríen los músicos, conscientes de que siempre es bueno tomarse las cosas con ciertas dosis de humor y más en estos tiempos. "Lo que necesitamos es más amor", reclama Ortiz de Villalba, que apuesta por "dar la espalda" con la música y la danza a lo que genera la presencia de la pandemia. Ahora, eso sí, es el momento del público, de saber si quiere aceptar esta invitación de Modus Operandi a no quedarse quieto.