Tan vigente y esencial como lo ha sido siempre. Por eso, Juan Diego Botto y Sergio Peris-Mencheta han vuelto a unir sus caminos teatrales para tomar como eje fundamental de su nuevo proyecto la figura y la obra de Federico García Lorca. Este viernes Una noche sin luna llega a la cuadragésimo quinta edición del Festival Internacional de Teatro de Vitoria. Lo hace para vivir su estreno absoluto a partir de las 19.00 horas en un Principal en el que no solo no quedan entradas desde hace semanas, es que 45 personas que ya tenían su pase en la mano se van a quedar fuera por las últimas limitaciones de aforo a actos culturales establecidas por el Gobierno Vasco.

"Hace dos o tres años, cuando comencé con esta idea, las expectativas eran tremendas. Hace medio año creíamos que lo íbamos a tener que paralizar todo hasta, por lo menos, 2021. Ahora, la ilusión máxima es poder mostrar nuestro trabajo y ver qué reacción tiene el público. No puedo explicar con palabras las ganas que tengo de volver al escenario", asegura el actor y dramaturgo.

Desde el martes, Botto se encuentra en la capital alavesa para perfilar los últimos detalles de un montaje que en el origen fue un recital, para luego pasar a ser un texto teatral a dos voces hasta convertirse en el actual monólogo, este último paso a indicación de Peris-Mencheta, director de la obra. De hecho, ahora se culminan tres años de camino, de investigación por parte del intérprete y creador nacido en Buenos Aires sobre la figura y la obra de Lorca. Pero no para hacer un relato histórico o una pieza de arqueología teatral, sino para compartir con los espectadores "una reflexión contemporánea".

"Para mí Lorca es el poeta y el dramaturgo del siglo XX y se merece todos los reconocimientos y homenajes. Pero esta obra nace de la necesidad de hablar del hoy ante el auge de los populismos de extrema derecha". Es aquí donde, no sin cierta acidez hacia sí mismo, Botto reconoce que "hace tres años le comenté a Sergio que nos teníamos que dar prisa en hacer la producción porque pensaba que el fenómeno de la ultraderecha aquí pasaría muy rápido... y mira".

Más allá de ese detalle, Una noche sin luna -cuyo título hace referencia a la presencia del satélite en la trayectoria artística de Lorca y a su ausencia en el cielo cuando el creador fue fusilado por el ejercito franquista- es un trabajo "sobre la memoria", tan necesaria siempre pero más en unos momentos como los actuales en los que en ciudades como Madrid se está intentando borrar la huella de personalidades de la II República. "Lo que decidimos recordar de nuestro pasado es lo que nos conforma hoy. La batalla del presente parte de la batalla del relato del pasado".

Conferencias, entrevistas, manifiestos... documentación no tan conocida sobre Lorca se unen a su producción literaria y escénica para configurar este retrato del hombre en todos sus aspectos, también en el familiar y sentimental. Y sobre esas bases transcurre una pieza que mira al hoy. "Hay muchos aspectos de su obra que encuentran eco en el presente", como su acercamiento al mundo de lo femenino, a la libertad de expresión, a... porque, a día de hoy, "hablar de Lorca, en algunos momentos, sigue siendo conflictivo". Con todo, Botto repite en un par de ocasiones que, sobre todo en la primera parte del espectáculo, el humor y la ironía están más que presentes. "Luego, todos sabemos cuál es el final".

De todas formas, ahora es el momento del público, de abrir en la capital alavesa una larga gira que, es de esperar, el covid-19 no condicione más de lo que ya lo está haciendo. "Ha sido un proceso largo, primero porque Sergio vive al otro lado del Atlántico y pillarle aquí no ha sido sencillo, pero, segundo, porque no contábamos con una pandemia mundial", que ha obligado a un trabajo importante a través de internet, vídeollamadas y herramientas parecidas.