- Después de haber visto la díscola adolescencia de Froilán, todo el mundo pensaba que la sobrinísima de Felipe y Letizia iba a ser más modosa, en las fotos lo parecía. Pero solo eran meras apariencias. Pues no, la niña se ha convertido en otro grano rabioso en la monarquía española que últimamente no puede con la rebelde familia real. La joven Victoria Federica ha pensado, igual que otros miembros de su entorno, que todo es jauja y que su condición de nieta y sobrina de reyes le da derecho para saltarse todas las normas. Ha debido pensar que la mascarilla es cosa de la plebe, que ella puede prescindir de ella. Quizá no ha encontrado ninguna que le vaya a juego con la ropa, pero que lo intente, que a ella le pueden resultar asequibles. No, no tiene muy contenta a su tía Letizia, con lo que es ella con el reglamento. A la reina española le gusta tener todo bajo control y sus sobrinas, ni las de un lado ni las del otro, se lo están poniendo fácil. Una porque no respeta las normas y la otra porque ha tenido momentos de fácil verborrea. En fin, que es difícil controlar a algunos reales cachorros.