- Ochenta años después de abrirle las puertas de Hollywood a Hitchcock y brindarle su único Oscar a la Mejor Película, el fantasma de Rebeca en una adaptación más ambigua y ligera, con Kristin Scott Thomas como la ahora no tan maléfica señora Danvers, junto a Lily James y Armie Hammer. Pensada para el público más joven que no tiene en mente la película original, esta Rebeca, dirigida por el también británico Ben Wheatley, se estrenó el viernes pasado en “cines seleccionados” y hoy estará disponible en la plataforma en todo el mundo.

“El juicio sobre los personajes es más gris en nuestra película, creo que hay más empatía”, defiende Wheatley, que ha tomado como referencia la novela de Daphne du Maurier y rechaza hablar de remake del largometraje protagonizado por Joan Fontaine y Laurence Olivier. “Bastante difícil es hacer una película, como para tener que pensar en la de otro”, sostiene. De la novela, fue precisamente esa ambigüedad moral lo que le atrajo y la combinación de géneros. “Empieza como un viaje agradable, unas vacaciones y se convierte en una historia de fantasmas y asesinatos”, describe. La historia arranca en Mónaco con el romance entre una joven humilde (Lily James) y el apuesto viudo Maxim de Winter (Armie Hammer) y cambia de tono cuando, tras el matrimonio, llegan a Manderley, la finca familiar custodiada por una siniestra ama de llaves y el fantasma de la esposa fallecida.

El personaje más inquietante sigue siendo el de la retorcida señora Danvers, que Scott Thomas trata de humanizar sin hacerle perder su carácter malévolo. “Cuando haces una adaptación tienes dos opciones, ser muy fiel al material original o permitirte licencias poéticas, como hicimos con El paciente inglés y es lo que hace Ben aquí”, explica la actriz británica. “La señora Danvers lo perdió todo al morir su marido, su estatus se desplomó, pero ella siente que tiene el derecho a ser la dueña de su casa, por eso cuando aparece esta chica siente que está usurpando su lugar”, sostiene. Esa obsesión y la rabia por ser desplazada de lo que considera su sitio es lo que más le interesó del personaje, dice la actriz.

Lily James, la lady Rose de Downton Abbey, leyó la novela de Du Marier a los 18 años y le dejó huella. “Era una historia que te enganchaba, porque tenía romance, terror gótico, suspense…” Y aún siendo una novela de los años 30 cree que tiene alcance actual. Hammer, lanzado a la fama por Call me by your name, también dice haberse mantenido apartado de la película de Hitchcock antes y durante el rodaje, aunque sí la vio después para constatar, dice, que la interpretación de Olivier era más fría y distante. “Al parecer la realidad es que Laurence Olivier odió hacer esa película, se sentía abatido todo el tiempo y es ese enfado lo que ves en la película, no estaba actuando”, asegura.