madrid - Al escritor Alberto Olmos no se le “habría ocurrido” escribir sobre el embarazo y el parto, pero cuando llegó al mundo su primera hija, Irene, tuvo claro que sí, que había que hacerlo. Y por eso ahora presenta Irene y el aire, una crónica literaria de lo que le ocurrió durante estos meses.

En la actualidad Irene tiene 4 años, dijo Olmos a Efe durante una entrevista telefónica donde de fondo se escucha la alegría de su segundo hijo, un pequeño de año y medio que ahora le hace pensar si no tendrá que escribir otro libro para él por eso de los celos entre hermanos.

Pero el niño “nació con tanta facilidad” que al escritor segoviano, reconoció entre risas, no le da “ni para un relato”. Algo absolutamente diferente a lo que le sucedió con Irene, la protagonista de este libro (Seix Barral) que es un saco de emociones, una montaña rusa de reflexiones que van más allá de la paternidad y maternidad.

Porque Olmos (1975) habló de esos miedos que se tienen cuando esperas una nueva vida, esa sensación de que por un momento la vida y la muerte se dan la mano.

Aunque Irene y el aire cuenta con un final feliz, el “reto” del libro fue contar lo suyo, y pese a que el hecho de ser padre “le pasa a mucha gente”, el escritor quería “captar esas sensaciones intensas de un parto”.

Autor de otros libros como A bordo del naufragio, con el que quedó finalista del Premio Herralde, Olmos reconoció que no es “capaz” de catalogar Irene y el aire, pero sí tiene claro que es un “libro especial” que encaja “fuera” de los que ha publicado hasta el momento.