- Han sido unas pocas horas y con el único objetivo de presentar una biografía, pero tres de los cuatro miembros supervivientes de Los Rodríguez protagonizaron ayer un reencuentro histórico en el que reflexionaron, por ejemplo, sobre qué les hizo especiales como banda en los años 90. "Fuimos Tequila reposado", resumió Andrés Calamaro de la idiosincrasia de aquella asociación de poco más de 6 años junto al batería Germán Vilella y dos de los exintegrantes de Tequila, Ariel Rot y Julián Infante.

Fueron ellos los que hace aproximadamente 30 años acudieron a recogerle al aeropuerto de Barajas de un vuelo procedente de Buenos Aires, donde dejó casa, pareja y carrera, para "renacer con bigotes" y emprender aquella aventura musical recopilada en Sol y Sombra. Los Rodríguez (BAO Bilbao Ediciones), de Kike Babas y Kike Turrón, autores en 2013 de la biografía de Leño.

"Andrés y yo éramos muy colegas y para mí era fundamental que viniera, porque habíamos establecido una alianza musical muy poderosa. La única condición que le puse a Julián para empezar esto fue que yo traía al cantante", ha rememorado Rot.

Pese a que ya habían probado a otro vocalista antes (Fernando de Diego), bastaron tres acordes juntos para convencer a Vilella de que la "epifanía" del ex Tequila era correcta y de que no se confundían con Calamaro, quien venía con solo una canción bajo el brazo (Demasiado tarde) y el título de otra (Algo se está rompiendo). "En sus apenas 6 años juntos no tuvieron tiempo de hacer un mal disco o de tener un bajón", han destacado los autores sobre el motivo de esta obra que reúne un centenar de testimonios.