- Amaia Corcuera y Sara Varas tenían un sueño por compartir, y ni la pandemia ni los problemas derivados de ella han podido con él. Estas dos amigas, en su día compañeras de trabajo, se dieron cuenta de que a ambas les unían dos pasiones, la música y la formación.

Y así, con pasos cortos pero firmes y con el coronavirus de por medio, el sueño fue forjándose hasta que hoy, Creative Soul, su escuela de música, acaba de abrir su puertas en la calle Pintor Pablo Uranga, en el barrio de San Martín. Ambas dejan entrar a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA para, de su mano, conocer qué lleva a dos jóvenes como ellas a lanzarse con un proyecto en el que buscan darle una vuelta al concepto tradicional de escuela de música, centrando sus esfuerzos en potenciar la creatividad tanto de niños como de adultos con métodos de enseñanza en los que, por encima de todo, quieren que los estudiantes disfruten.

"Las dos tenemos formaciones muy diferentes", explica la pianista y compositora gasteiztarra Sara Varas, una de las dos caras visibles de Creative Soul junto a Amaia Corcuera, que une a su formación musical su condición de profesora de educación infantil, "y al conocernos saltó la chispa para formar una escuela de estas características, que no fuera ni la idea de un conservatorio de corte mas clásico, con un proyecto con un método programado específico, ni tampoco un lugar que sea un aparcaniños, sin una metodología muy clara", apunta.

Entrar en Creative Soul es adentrarte en un espacio con el que, a buen seguro, muchos de los grandes músicos de hoy en día les hubiera gustado toparse en su día. Para los más pequeños, el local ofrece formación e iniciación musical para que casi desde la cuna los txikis puedan disfrutar de la música de mil y un maneras. Para los jóvenes y adultos, el abanico de profesores que imparten clases en sus aulas es casi tan amplio como instrumentos musicales existen.

"Mucha gente, como los padres con sus hijos, buscan que se saquen un título de música, y de repente el objetivo principal de la música, que es vivirla, disfrutarla, que te ayude a despejar tu cabeza... se pierde, porque están centrados en los exámenes. ¿Si te gusta tocar el piano por qué no puedes tocarlo porque te gusta, para disfrutar y sacar lo que llevas dentro?", cuestiona Corcuera junto a varios de los instrumentos que pueblan el local de Creative Soul, además de una inmensa pantalla en la que apoyarse para impartir las clases o hacer disfrutar a los txikis.

Pero las puertas de Creative Soul están abiertas para todos, desde adultos que simplemente les apetece aprender a tocar la guitarra, el piano o la batería, por poner tres ejemplos, hasta aquellos que buscan preparar una oposición musical o entrar en un conservatorio.

"A veces viene gente que te dice ¿yo con mi edad me voy a poner a tocar?, pues sí, o ¿mi hijo tan pequeño va a aprender a tocar?, pues sí, por qué no, un niño puede empezar un día mamporreando la batería, pero al tercer día de repente verás que la batería empieza a sonar bien. En mi caso, yo echaba de menos que a los peques se les diera importancia a las pequeñas edades, y ella a disfrutar de los instrumentos en los mayores", incide Amaia Corcuera. "En principio, una persona que se apunta a una escuela privada quiere sobre todo aprender a tocar un ratito, a disfrutar, aunque también ayudamos a preparar oposiciones o el conservatorio, porque tenemos la formación para ello", destaca Sara Varas.

Un simple vistazo al local de Creative Soul evidencia de hecho el gusto por el detalle de estas dos jóvenes emprendedoras, que han optado por decorar su escuela con artesanía y comercio local y para lo que han contado también con artistas gasteiztarras como Maitane Argote Guzmán, que se ha encargado de dar vida a las puertas de entrada a cada aula. ¿Y cómo ha afectado el covid-19 a un proyecto que acaba de nacer? "Por un lado, mal porque aunque alguien esté animado a apuntarse igual te lo piensas más, pero por otro como acabamos de arrancar ahora estamos ofertando grupos reducidos, es algo que no todo el mundo puede hacer.

Además, como las extraescolares de los colegios están complicándose y no están saliendo en todos lados, aquí estamos para cubrir esos huecos. Por ejemplo, por las mañanas cogemos a niños de menos de dos años, no como una ludoteca pero sí como un lugar en un entorno seguro, en grupos de cinco, en el que dejar al bebé y hacer una estimulación musical mientras el padre o madre puede tener un rato libre", subraya Corcuera.

"Hemos nacido en la pandemia, lo asumimos, así que también ofrecemos clases online", concluye Sara Varas. Con pandemia o sin ella, Creative Soul ya inunda de música su local para disfrute de todos, profesores y alumnos.