- Con el objetivo de que "el pánico no te estropee ningún chiste y que el cachondeo no anule una dosis racional de miedo", el músico y artista Víctor Coyote muestra en el cómic Días de Alarma cómo vio desde su particular mirada los 71 días de confinamiento.

El domingo 15 de marzo, primero de esos terroríficos días provocados por la pandemia del coronavirus, Coyote bajó a la panadería y se dio cuenta de que Yoli, la propietaria, ya lo tenía "todo muy organizado", y por eso pensó "esto ya es otra situación", cuenta a Efe en una entrevista con motivo de la publicación de este cómic (Salamandra Graphic). Así que no lo dudó ni un momento y en su cuenta de Instagram comenzó a subir cada día una viñeta en la que, como si de dardos se trataran, abordaba a modo de diario estos 71 días.

"Quería que hubiera episodios de humor con otros de esos como cuando estás en la cama sin dormir y piensas dónde te va a llevar la situación, porque yo soy autónomo. Incluir ciertas preocupaciones y razonamientos peculiares. No se trataba en las tiras de repetir lo que salía en la tele", explica. Y día a día llegó un momento en el que, tras comprobar que su cuenta de Instagram se iba llenando de buenos comentarios, decidió convertir estas viñetas en tiras y pensar en que se convertiría en un libro donde tratar de "hacer chistes con las cosas".

Por ejemplo, tiras en la que aparece Fina, una mujer de 82 años que graba en su móvil un vídeo en el que confiesa que pese a estar enferma no quiere ir al hospital porque si se tiene que morir pues se muere porque ya ha "vivido bastante tiempo". Pero de repente Fina cae en la cuenta de que esa grabación acabaría inevitablemente en todos los programas de televisión, así que rompe el móvil con un martillo. "Yo no estoy dando moral en las viñetas, doy una forma de pensar que se traduce en una manera de ver las cosas, pero no pautas de comportamiento. Esas las daba el Gobierno, yo lo que hago es tratar las cosas, y como creo bastante en el humor y en la valentía y en la ternura, hablo así", afirma el gallego (Tui, 1958).

Pero en Días de Alarma Coyote también se mete de lleno y lanza su humor contra las colas para comprar papel higiénico, la dependencia que tuvimos de los repartidores a domicilio, los "chanchullos" con los tests rápidos, el drama de la cancelación de los partidos de fútbol o la subida del consumo de vino o del uso del teléfono. También en ese deporte nacional de pensar que tenemos lo peor del mundo: "En España la gente dice que tenemos una moral católica y que hay que despreciarla, pero después todo el mundo lleva cilicios y se autofustiga diciendo que nuestro presidente siempre es el peor, que nuestra sanidad es la peor, que si la picaresca es española... Y en Italia o Grecia también hay picaresca, y también la tuvieron los chinos al vendernos esas mascarillas".

Precisamente Coyote ha usado las mascarillas para darse a sí mismo un parecido a Homer Simpson o a uno de los protagonistas de El Planeta de los Simios porque este nuevo complemento le recuerda a estos iconos del cine y la televisión. Todo este trabajo resumido en Días de Alarma, reconoce el autor, le sirvió como un "escudo" con el que protegerse. "No me di cuenta cuando me metí en este proyecto, pero me ocupó más de lo que pensaba porque estaba pendiente de las noticias todo el rato, tenía una misión. Pensé menos en mi condición de autónomo, de qué voy a hacer, de si se podrán dar conciertos, y esas cosas que te quitan el sueño, como a cualquier tío que tiene un bar. Ha actuado como un escudo porque me oía todas las noticias y no incidían en mí de manera personal, sino profesional", concluye.