L carismático actor escocés Sean Connery cumplió ayer 90 años alejado del cine pero con una extensa cinematografía a sus espaldas, aunque siempre se le recordará por haber sido el primero en dar vida a James Bond, un papel que en los años 60 lo llevó a conquistar la fama. Tras estrenar La liga de los hombres extraordinarios en 2003, abandonó la gran pantalla y desde entonces reside en Las Bahamas. Una de sus últimas apariciones es en una fotografía que su nuera, la cantante irlandesa Fiona Ufton, pareja de Jason Connery, publicó hace un año en Instagram para felicitarle por su 89 cumpleaños. El que para algunos ha sido el mejor Bond de la saga, aparece con gesto bromista y más delgado.

Con más de sesenta títulos a sus espaldas, el escocés protagonizó seis sobre el agente secreto más famoso del cine. Con Diamantes para la eternidad (1971) batió un récord Guinness: ser el actor mejor pagado por un solo filme. Se embolsó lo que serían ahora unos 40 millones de dólares o unos 35,2 de euros, una suma que donó enteramente a su fundación, Scottish International Educational Trust, que apoya la educación de niños con pocos recursos. Pasaría más de una década hasta que en 1983 aceptara de nuevo interpretar al agente del MI6, creado por Ian Fleming, en Nunca digas nunca jamás. Su carrera continuó imparable hasta que en 1987 su papel en Los intocables le valió el Oscar al mejor actor de reparto al que se sumaron dos Baftas y tres Globos de Oro.

El intérprete siempre ha mostrado públicamente su apoyo social y financiero al Partido Nacionalista Escocés, defensor de la independencia de Escocia, y cuando fue nombrado caballero por la reina Isabel II en el año 2000, acudió ataviado con la tradicional falda escocesa. Thomas Sean Connery nació el 25 de agosto de 1930 en el barrio edimburgués de Fountainbridge. Hijo de una limpiadora y de un conductor de camiones, no lo tuvo fácil para empezar en la interpretación, pues tuvo que dejar la escuela a edad temprana y encadenar diversos trabajos, el primero como repartidor de leche. Tras ello sirvió un tiempo como soldado en la Royal Navy, de ahí pasó a ser conductor, socorrista, modelo de desnudos para los alumnos de la Escuela de Arte de Edimburgo y hasta pulidor de ataúdes.

Carismático y de fuerte personalidad, en 1989, con casi 60 años, People Magazine le nombró el "hombre vivo más sexy". En el ámbito privado, se casó dos veces: primero con la actriz australiana Diane Cilento, con quien tuvo a su único hijo, Jason, y de la que se divorció en 1973, tras lo que contrajo matrimonio con su actual pareja, la artista francesa Micheline Roquebrune. En 1999, después de vender su finca de Marbella, él y Roquebrune fueron investigados bajo la sospecha de haber defraudado a la Hacienda española 6 millones de euros, un caso por el que el intérprete, al contrario que su esposa, no fue procesado.