o de los helados con forma de tiburones, dedos y pies está muy bien, pero llegó un día en el que los helados adoptaron formas de frutas en busca de ese público menos infantil o, precisamente, de los chavales que intentaban que sus padres les convalidaran la fruta del postre por un helado con forma de fruta. Como no colaba, por aquello de las cinco piezas diarias, pronto las marcas de helados sacaron tres frutas enganchadas en cada palito y con dos helados te habías hecho el día. El primero que recuerdo fue el Boomy de Frigo, que eran una fresa, un limón y una naranja atravesadas por el palito de madera, cual pincho moruno, y que tenía por mascota un simpático monstruo azul que a veces hacía de papelera en los kioscos de helados (no sé si nos intentaban mandar un mensaje en clave que no pillamos). Luego la cosa evolucionó y se sofisticó (vamos, que se hizo más agradable a la vista) y hoy se llama Frutti, y tiene forma de fresa, naranja y manzana (los colores del semáforo), con semillas de chocolate. Aún no sé por qué no se vende en las fruterías. J. Gorriti