- El Resurrection Fest no podrá celebrar finalmente su edición XS adaptada a la nueva normalidad, por el riesgo de que se produjesen “aglomeraciones” fuera del recinto y por el “miedo” y “preocupación” mostrado por los vecinos de Viveiro, comunicó ayer la alcaldesa de la localidad, María Loureiro, tras no ceder el espacio y permisos al festival gallego.

Para justificar esta decisión, que, según los organizadores de la cita, les ha pillado por sorpresa, la alcaldesa recordó que “hace un mes” había un cierre perimetral en A Mariña a causa de un brote de coronavirus.

Así, y aunque ha afirmado que “el formato que presentaba la organización era seguro”, con conciertos limitados a 800 personas y garantizando la separación, la preocupación del ayuntamiento estaba “fuera del recinto”, donde se podían producir “aglomeraciones de gente”, dijo la alcaldesa.