- "Soy una intensa y a veces siento cosas que necesito plasmar en el papel de la manera que me salen. Es una forma de desahogarme", dice con una sonrisa. Por eso Bildotsne Arrizabalaga asegura sentir "un poco de rabia" cuando le preguntan sobre el significado de sus obras. "Lo que me gusta es que cada persona tenga sus propias respuestas, sentimientos, pensamientos; no quiero dar respuestas que acoten las ideas de otros". Es la invitación que ahora hace la artista vitoriana desde las paredes del Warhol, espacio de la calle Francia más que acostumbrado a dejarse invadir por diferentes propuestas creativas.

En realidad, la exposición Sic transit tenía que haberse encontrado con el público el pasado mes de marzoSic transit. Pero no hace falta recordar que la aparición del covid-19 lo trastocó todo. Fue con la llegada de junio cuando se pudo recuperar la muestra, aunque la pandemia ha impedido que, como tal, se produzca una inauguración oficial. A eso también se le va a poner remedio. De hecho, este jueves 30 a las 19.00 horas se cumplirá con este paso, más allá de que la docena de obras que se pueden contemplar van a estar visibles hasta principios del próximo mes de septiembre.

Desde hace ya tiempo, el sello creativo de Arrizabalaga es conocido y reconocible. Pasa igual en esta exposición. En ella se reúnen piezas realizadas de manera específica para Sic transit con algunas obras generadas durante el confinamiento y la aportación que la artista realizó al Red Fanzine que vio la luz a principios de año reuniendo a diferentes artistas alavesas. "Siempre dibujo lo que me sale de dentro; igual hay piezas más obvias que otras, pero eso ya queda en manos de quien venga", más allá de que haya elementos comunes, como el uso de la figura femenina: "todo el mundo me ve a mí, pero no es premeditado".

Como la artista explica en el texto que acompaña la muestra, "he pretendido mostrar un lenguaje visual que aúne la candidez infantil con el apunte de las crisis existenciales que preludian la madurez", un tránsito en el que, además, poder jugar con distintos formatos y materiales. "Me gusta probar, aunque lo que no verás son óleos, es algo que he descartado desde hace tiempo", describe.

De hecho, en esa investigación no ha parado ni durante el confinamiento, que reconoce que ha sido bastante productivo. "No lo he llevado muy mal, la verdad. Tenía amigos que estaban completamente deprimidos. Y me daba cosa decirles que yo me lo estaba pasando bien". De hecho, con quien compartió esas semanas está presente también en una muestra en la que se plasman "muchos sentimientos".

Formada en la Facultad de Bellas Artes -época de la que tampoco es que guarde muy buenos recuerdos- fue su paso por la Escuela de Arte y Superior de Diseño de la capital alavesa el que le hizo sentirse "más libre". "Antes tenía unas vergüenzas y unos bloqueos malos. Allí me sentí más a gusto, me enseñaron nuevas técnicas... y hoy es el día que me siento a gusto con lo que hago", con unas creaciones que también se están plasmando en otros soportes, como camisetas o cartelería. "Estoy empezando a trabajar con lo digital y es algo a desarrollar", también en lo que se refiere a la difusión de sus creaciones a través de las redes sociales, como su cuenta en Instagram.