espués de tres aplazamientos consecutivos, del 17 al 31 de julio y luego al 12 de agosto, los estudios Warner Bros. no han encontrado la manera de dar un estreno seguro -a nivel sanitario y económico- a una película que ha costado más de 200 millones de dólares (174 millones de euros) y que tiene implicaciones para el resto de filmes.

Porque cada movimiento de Tenet -emblema cinéfilo de la reapertura económica- implica una cascada de cambios para una industria que improvisa día tras día su supervivencia en la pandemia.

Disney apostaba en primavera por la nueva versión de Mulan -con 250 millones de dólares (217 millones de euros) de presupuesto- pero la pandemia obligó a posponer su lanzamiento hasta el 21 de agosto, una fecha que a día de hoy parece poco realista, especialmente en Estados Unidos.

Durante estos meses, Mulan se ha aplazado cada vez que Tenet lo hacía, y viceversa, pero además la compañía de Mickey Mouse cuenta con informes muy poco alentadores para lo que queda de año, como el de la financiera Cowen.

“Hemos extendido la línea de tiempo al menos hasta mediados de 2021; la situación sigue siendo muy fluida y no descartamos la posibilidad de que el impacto pueda durar aún más”, explicó un analista de la firma a The Hollywood Reporter, referencia de la industria.

Por el momento, Sony ha dejado su comedia The Broken Hearts Gallery, producida por Selena Gómez, sin día de estreno.

Asimismo, fuentes confirman que Unhinged, con Russell Crowe de protagonista, estudia mover su temprano lanzamiento limitado más allá del 31 de julio.

Y el calendario de otoño está lleno de importantes estrenos que podrían amontonarse si se cumplen las previsiones más negativas: The King’s Man en septiembre, Wonder Woman 1984 en octubre, Black Widow y James Bond: No Time to Die en noviembre... hasta llegar a Dune y Top Gun 2 en diciembre.

Las consecuencias de este parón pueden ser fatales también fuera de Estados Unidos, pues los cines de Europa y Asia comienzan a reabrir sin el suministro de taquillazos de Hollywood.

Aunque en mercados como Francia, España o Reino Unido la producción nacional es fuerte, las cintas de Hollywood pueden suponer más del 60 % del consumo en taquilla; y el coronavirus ha dejado muchos rodajes y estrenos locales en pausa. Es la pescadilla que se muerde la cola: sin cines, no hay estrenos, pero sin estrenos, el público no va a los cines.

Y en esa tensión, si los estudios tienen claro que las restricciones de aforo iban a dificultar que sus inversiones saquen beneficios rápido, menos riesgos correrán cuando el mercado más importante, Estados Unidos, permanece cerrado con un repunte de contagios alarmante para la economía.

Entre las alternativas que se barajan, internet se ha convertido en el aliado y el enemigo de la industria. Cintas animadas como Onward, Trolls o SpongeBob han apostado por la transmisión en directo (streaming) con buenos resultados, algo que animó a Tom Hanks a llevar su drama bélico Greyhound a Apple TV después de “no encontrar un hueco en el complicado calendario de estrenos”, aseguró él mismo.

Pero hay otros cineastas que se niegan a esta alternativa -el propio Nolan ha dejado claro que Tenet se proyectará en pantalla grande sí o sí-, y los estudios saben lo difícil que es amortizar una gran inversión en internet.

En esta compleja situación, Warner Bros hace cálculos para estrenar Tenet en función de la situación de cada país, pues ya ha aclarado que “no tratará” la cinta como “un estreno global” mientras improvisa de nuevo una solución.

Cintas animadas como ‘Onward’ o ‘Trolls’ apuestan por la transmisión en directo con buenos resultados

Warner Bros. hace cálculos para estrenar ‘Tenet’ en función de la situación de cada país a nivel sanitario y económico