- Ha llegado una tormenta y no se sabe cómo, él ha terminado en lo alto del mástil. Y no va a ser nada fácil volver a bajar. Pero qué sucede es algo que los lectores más pequeños a los que va dirigido El loro Pandoro (Babidi-Bú)El loro Pandoro van a tener que descubrir asomándose a este álbum ilustrado con doble sello alavés, una obra ideada y creada por Nerea Moya que se ha materializado gracias también al trabajo de Irene Emborujo.

“Si quieres puedes llegar a la luna”. Bajo esta frase se presenta una propuesta que ahora, en plena pandemia, se ha hecho realidad después de un año de trabajo. “Cuando llegaron los primeros ejemplares fue un momento de mucha ilusión pero también un instante un poco extraño por todo lo que está pasando. No poder estar con la gente fue no poder disfrutar con el resto la alegría que sentía. Fue una sensación un tanto agridulce”, explica Moya, aunque su intención es poder, por lo menos, hacer una presentación al uso cuando sea posible y así encontrarse con los lectores y sus familias. Todo se andará.

Por ahora, lo cierto es que el libro ya se encuentra disponible. Es la meta alcanzada después de tanto trabajo e ilusión en torno a una idea que, en realidad, nació como parte de un trabajo de fin de grado. “Nunca me había puesto a escribir con la idea de publicar”, recuerda la autora, aunque con la historia perfilada, se encontró con varias voces cercanas que encendieron la chispa. “Ahí me aventuré a llevarlo a cabo”.

Se configuró así una historia de piratas que quiere tratar diferentes valores como el trabajo en común. “Necesitamos cooperar para alcanzar metas que igual nosotros solos no podemos llevar a cabo. Y también habla de otras cuestiones como la igualdad” o la necesidad de cada uno de enfrentarse a sus propios miedos para seguir hacia adelante. Así lo van ejemplificando sus personajes, unidos en un barco. En principio, la obra se dirige a los denominados primeros lectores “pero sí que es cierto que yo trabajo en un colegio y a los niños de dos años les alucina, les encanta. Ya no existen los loros en general, todo son el loro Pandoro” dice con una sonrisa.

Para llegar hasta aquí, el paso fundamental fue encontrar editorial. “Les mandé el texto y les encantó. Fue cuando me dieron la opción de ponerme en contacto con ilustradores. Y yo tenía claro que quería a una mujer”. Empezó entonces una búsqueda que, a través de una amistad, le llevó a contactar con Emborujo, creadora alavesa que en estos momentos reside en Barcelona. “Me mandó una primera prueba, con uno de los piratas del libro, y me enamoré al instante del personaje. Así que nos aventuramos a ello”, un camino en el que ambas han estado trabajando codo con codo pero desde la distancia. “La verdad es que no nos conocemos en persona”. Son tiempos de compartir gracias a las nuevas tecnologías.

“Me he sorprendido a mí misma en este proceso. No me lo hubiera imaginado antes. Me lo cuentan hace cinco años y no me lo hubiese creído. Ha sido un viaje increíble, una experiencia que he disfrutado un montón”, describe la escritora, que reconoce que ha tenido en su hijo de cinco años a un colaborador esencial, “aunque creo que a él le hubiera gustado que la historia fuese de dinosaurios y no de piratas”. Con todo, Moya sabe que la recepción que está teniendo el libro está siendo más que positiva. “Hay mucha gente que me está animando a seguir pero hacer una obra así supone mucho tiempo y esfuerzo. Ya veremos qué pasa”. Por ahora, ella recomienda una lectura compartida entre pequeños y adultos. “Es un cuento muy sencillo y muy interesante para las familias”.

Ella, de momento, ha sido fiel a la idea de su creación. “Si quieres, lo puedes conseguir. Es lo que les pasa a los personajes” de un El loro Pandoro que ya vuela solo, buscando encontrarse con la mirada de quienes se asomen a sus páginas.