- Sorprendida por el estado de alarma, Mercedes Abad vio cómo quedaba "confinado" en cajas su último libro, Casa en venta, en el que el reto, según confesó, fue "pensar, sentir, ver lo que ve una casa; ser, en definitiva, la casa, adentrarte en su perspectiva".

La idea primigenia, explicó Abad (Barcelona, 1961), era "hablar de la creciente obsesión por la limpieza que se apodera de una mujer, pero era sólo una idea perezosa y rápidamente anotada en una libreta, y no habría llegado a buen puerto si no fuera porque cayó en mis manos Lacasa, de Manuel Mújica Láinez, una novela fascinante donde una casa narra en primera persona la desdichada historia de una familia".

La edición incluye ilustraciones de Álvaro Ardévol, cuyo trabajo Abad calificó de increíble, al haber conseguido "transmitir en las ilustraciones el punto de vista de la casa, que observa a unos personajes que a menudo se nos ofrecen de espaldas, absortos y ensimismados.