- “No dejar a nadie atrás”. Bajo esta máxima, la diputada foral de Cultura, Ana del Val, esbozó ayer en las Juntas Generales de Álava las líneas maestras del programa de reactivación del sector alavés que ha establecido la Diputación, en el marco del PlanÁ, para enfrentarse a las consecuencias de la aparición del covid-19.

Una apuesta que en lo que se refiere a lo cuantitativo, prevé destinar este año, al margen del presupuesto del departamento, 740.000 euros, que se van a distribuir en diferentes líneas de subvención y proyectos nuevos, como la creación de los bonos cultura, aunque los técnicos forales siguen trabajando en la concreción de las bases de cada convocatoria. La intención es poner la maquinaria en marcha en julio, aunque se prefiere no fijar plazos concretos de momento debido a la complejidad que está suponiendo esta labor. Se prefiere ir paso a paso y acertar, que correr y cometer fallos.

Esos detalles más precisos fueron los que echaron en falta los grupos de la oposición, aunque tanto EH Bildu como Elkarrekin Araba y PP mostraron su predisposición a colaborar para que no se queden fuera ni los proyectos más pequeños en lo que a dimensiones se refiere, ni aquellas personas que trabajan en el sector pero en condiciones de alta precariedad y atemporalidad, un guante que la socialista Del Val compartió. “Presentamos la mayor batería de ayudas que se ha dado nunca en materia cultural, con el objetivo de cumplir con la máxima de no dejar a nadie atrás e incluso de que la cultura salga de esta crisis renovada y más fuerte”, dijo.

En lo concreto, la Diputación trabaja en propuestas que no entren en el campo de ayudas que están poniendo en marcha otras instituciones. De la totalidad de la inversión, el apartado que más dinero va a requerir (un total de 635.000 euros) es el referido a tres nuevas subvenciones. En primer lugar, se destinarán 334.800 euros para apoyar a diferentes espacios, empresas y autónomos a hacer frente a los gastos corrientes o estructurales que no se han visto paralizados por la crisis a pesar de que la actividad de quienes los pagan sí haya estado detenida. Asimismo, 250.000 euros se reservarán para impulsar la inversión en equipamientos relacionados con la seguridad, prevención y adaptación de negocios a raíz de la crisis sanitaria. Por último, se establecen 50.000 euros para el rediseño de proyectos y eventos, sobre todo musicales y de artes escénicas, para adaptarse a la llamada nueva normalidad.

A esto hay que sumar, aunque no se descarta ampliar la cuantía a futuro, 55.000 euros para crear bonos cultura con la idea de dinamizar el mercado. En paralelo, habrá 50.200 euros para un fondo económico destinado a la cofinanciación pública del mecenazgo privado o matchfunding (fórmula de financiación de proyectos que combina el apoyo ciudadano a través de la financiación colectiva con el apoyo institucional o empresarial). “Vamos a influir muy positivamente en la recuperación de un tejido que no sólo contribuye a la cohesión social como bien de primera necesidad, sino al tejido productivo que debemos proteger y recuperar”.

Se está trabajando en las bases de los distintos programas con la intención de lanzarlos de cara a julio, aunque no hay plazos fijados

“Es la mayor batería de ayudas que se ha dado nunca en materia cultural” apunta la diputada foral, Ana del Val