- Netflix confirmó ayer la renovación por una segunda temporada de Valeria, la adaptación televisiva de la saga Valeria de Elísabet Benavent. Maxi Iglesias regresará en esta etapa para interpretar a Víctor, el quebradero de cabeza de Valeria, igual que Ibrahim Al Shami, que volverá a ponerse en la piel de Adrián, el marido de esta escritora en apuros.

Tras una primera temporada que se mantuvo en el top 10 de las series más vistas, en esta segunda, Valeria (Diana Gómez) debe enfrentarse a una decisión que podría marcar su futuro como escritora: esconderse tras un pseudónimo y vivir finalmente de su profesión o renunciar a la publicación de su novela y seguir exprimiendo el inagotable mundo de los contratos basura. Entretanto, su vida sentimental no es mucho más estable y, aunque los cimientos de su vida se tambalean, Valeria sigue contando con el apoyo de tres pilares fundamentales: sus amigas Lola (Silma López), Carmen (Paula Malia) y Nerea (Teresa Riott), que también atraviesan un momento vital convulso. Con el madrileño barrio de Malasaña convertido en un personaje más, Valeria es un drama con tintes cómicos y humorísticos que pone sobre la mesa temas como los problemas laborales, la crisis de los 30, el sexo o problemas de pareja.

Benavent (Gandía, 1984), conocida en redes sociales como Betacoqueta y que ha vendido más de 450.000 ejemplares de la colección de cinco libros que componen la saga, contó al comenzar la emisión de la serie que escribió Valeria para recuperar a un grupo de amigas que había dejado en Valencia, “reanudar la cena de los viernes” y volverse a contar los problemas. Sobre ellas gira todo el universo de Valeria, aunque la trama también cuenta con compañeros de aventuras como Adrián (Ibrahim Al Shami) marido de Valeria, con el que empieza a dudar de su amor cuando conoce a Víctor (Maxi Iglesias). La serie, producida por Plano a Plano y dirigida por Inma Torrente y Nely Reguera, estrenó su primera temporada el 8 de mayo y se ve en los 190 países en que está presente Netflix.

Valeria saltó de los libros a la pantalla y, según su autora, se estrenó “con una actualización preciosa y con algunos giros mejores que en el propio libro”, aunque manteniendo la esencia de la historia inicial, donde el sexo y la amistad tienen un papel fundamental. Es cierto, que la serie alberga “bastantes” cambios respecto a la novela, “pero eso no tiene por qué ser negativo”, afirmó Benavent, de hecho, es todo lo contrario. “Creo que son unos cambios modernos, divertidos y más dinámicos, que funcionan con el tiempo actual. Hay cambios que son sorprendentes, y está claro que los lectores se sorprenderán, pero ahí está el juego”, aseguró.

Quizás, lo que más ha sorprendido a los fans de la saga de Valeria es el personaje de Nerea, (Teresa Riott) construido desde cero haciendo de ella un personaje homosexual. “Su cambio es una decisión creativa que han tomado las guionistas y que a mí en un primer momento también me sorprendió (…), pero cuando entiendes lo que supone una adaptación abierta hablando de muchas cosas que quedaban fuera de la saga, entonces el cambio cobra sentido”, apuntó la escritora. Algo que “no es postureo ni modernidad, sino una necesidad de contar cosas que ahora hacen falta”. Todo ello, además, narrado desde un punto de vista “muy español, muy nuestro”.

La serie roza lo real hablando de temas como la preocupación de los jóvenes por tener un trabajo o por poder pagar un piso de alquiler; la dificultad de salir del armario ante la familia o hablar sobre sexo de una manera muy natural. “El espectador se va a sentir identificado porque trata sobre temas de muy actualidad”, dijo Paula Malia, que da vida a Carmen; antes del estreno. Añadió que la serie es “muy cosmopolita, fresca y divertida, con ciertos toques dramáticos, pero eso es lo que le da vida, al fin y al cabo. Cuenta la historia de cuatro mujeres muy diferentes entre ellas, con sus problemas y dramas, pero con una amistad inquebrantable”. Y es que la amistad es una de las claves importantes en las que se basa Valeria, esa joven que sueña con ser escritora mientras atraviesa la “crisis de los 30”. Riott confiesa que le gusta la manera en que la serie refleja la amistad: “Te encuentras en un espacio cómodo donde eres tú misma y nadie te juzga, aunque tengamos opiniones diversas”, explica.

En cuanto a las relaciones y el sexo, otro de los puntos centrales de la historia, la ficción lo trata de la manera más natural, sin tapujos porque “forma parte de nuestras vidas, hablamos mucho de sexo y si no se habla debería hacerse de una forma más natural y sin tantos tabúes”, afirma Diana Gómez (Valeria). La serie aprovecha para dar la vuelta a mitos como que los hombres siempre tienen ganas de sexo o que las mujeres no se masturban. “Refleja que entre mujeres hablamos de sexo y consumimos sexo y nos damos placer, y eso es algo que no acostumbramos a ver en el audiovisual, por lo que es muy interesante mostrar esta realidad social”, declaró Silma López, que se mete en la piel de Lola, el personaje “más sexual”.

Para Gómez el reto fue, según reconoció, “buscar el equilibrio” entre la comedia y lo natural: “Hay situaciones que pueden parecer cómicas y no lo son y al revés, por lo que encontrar ese punto medio de hacer comedia, pero sin pasarse fue lo más complejo para mí”.