- El pasado mes de diciembre, coincidiendo con la Azoka de Durango, Arkada Social publicó su nuevo trabajo discorgráfico, un No retorno con el que la banda de Arrasate estaba dando en invierno los primeros conciertos de presentación. Pero apareció el covid-19 y todos los planes se quedaron en el limbo, más allá de que el grupo ha aprovechado el confinamiento para seguir trabajando y publicar algún que otro vídeo. Hoy vuelven a pisar un escenario que sus componentes ya conocen, el de la Jimmy Jazz. "Va a ser curioso estar sin público" reconoce el cantante Hodei Beitia.

Sin duda, tiene que ser una situación extraña la de esta tarde por el hecho de tocar sin público. ¿Qué sensación esperan tener?

-La verdad es que sí es un poco raro. De hecho, al principio, estuvimos dudando si hacerlo o no por este motivo. Pero al final, también pensamos en la gente que está en casa, decidimos que era una oportunidad de hacer algo diferente. Vamos a ver qué pasa, pero sí que va a ser extraño porque estamos acostumbrados a estar siempre con gente delante. Yo, por ejemplo, cuando canto estoy mirando al público y ahora voy a tener que mirar a la cámara. Mira, por ejemplo, aquí en Arrasate van a poner una pantalla en la terraza de un bar, con un buen bafle, para que la gente lo pueda ver. Es una iniciativa que está muy bien.

Para el público seguro que también es algo un tanto particular.

-Sí, sí. A mí te reconozco que todavía no me ha dado por ponerme ningún concierto en streaming de los que ya se han hecho. De hecho, no lo vería estando solo en casa. Ahora, algún compañero ya me ha comentado que ha quedado en su casa con varios amigos para verlo, que primero van a hacer comida y luego se van a poner con los conciertos. Eso me parece mejor.

Jimmy Jazz es un sitio que el grupo ya conoce.

-Hemos tocado un par de veces allí y la verdad es que nos gusta mucho el sitio. La única diferencia esta vez es que no va a haber nadie. Pero más allá de eso, vamos a gusto y con ganas. Claro, imagínate, llevamos tres meses sin tocar.

De hecho, el último concierto fue en Azkoitia justo antes de que todo se parara, el 7 de marzo.

-Sí, sí. Parece que ha pasado un siglo de aquello. Encima, en diciembre salió el nuevo disco y no nos dio tiempo ni hacer cuatro conciertos para presentarlo. Para nosotros fue bastante putada.

Tiene que ser una auténtica pena que un disco como 'No retorno' en el que uno ha puesto tanto trabajo e ilusión se quede como en el limbo por lo que ha pasado.

-Es lo que hemos estado hablando entre nosotros. Es una auténtica pena, sobre todo teniendo en cuenta que hasta septiembre, si hay suerte, no vamos a volver a tocar. Al final, verano es una época muy buena para las bandas. Te llaman de todas las fiestas y esas cosas, y ahora todo eso se ha ido al traste. Es un poco bajón. Pero bueno, qué le vas a hacer. Lo que sí tenemos claro es que en los conciertos que tengamos, vamos a tocar las nuevas canciones todo lo que podamos para que la gente también las conozca. Si no, estás siempre tocando lo mismo.

De todas formas, el confinamiento les ha servido, por lo menos, para sacar algún vídeo.

-Sí, hemos hecho uno que, además, lo he montado yo. Lo único es que lo tuvimos que grabar de uno en uno, pero ha salido bastante bien. Antes solía montar vídeos y me gustaba bastante. Pero hacía tiempo que no me dedicaba a ello. Aún así, creo que ha salido algo bastante decente y que a la gente le ha gustado. Ahora tenemos en mente hacer otro.

Lo de hoy va a ser todo un maratón audiovisual de unas tres horas y media.

-La idea es ir haciendo bloques de unos 20 minutos e ir intercalando entrevistas y vídeos. Eso está bien porque así la gente ve de todo. Si quien quiere ver a Arkada sabe que va a tocar a una hora determinada, solo se va a conectar a eso y queremos que el público esté atento a todos, a los cuatro grupos.

Tiene que ser estimulante pensar en volver a coger la furgoneta, venirse desde Arrasate, descargar... vamos, recuperar dinámicas que parecían perdidas.

-Bueno, vamos un poco a la aventura, no sea que nos pare la Policía por el camino: ¿a dónde vais?. Y nos van a decir que a tocar nos vayamos a casa (risas). Pero bueno, por lo menos nos está sirviendo también para ensayar a tope, que es lo que hemos hecho esta semana. Y no ha sido fácil. Nosotros ensayamos en el Gaztetxe de Arrasate, pero está prohibido ir. Un colega nos ha dejado su local y ahí estamos. Un poco locura, pero a gusto.