- Porque es “un romántico” y porque ha pasado “una locura de noches” escuchando rancheras y boleros, Diego el Cigala tenía “muchas ganas” de cantarle a México, al que dedica su disco número 14: “tengo el pálpito -dice- de que será un éxito como Lágrimas negras”, del que se vendieron un millón de copias.

Había grabado en febrero en México la música con “los mejores”, es decir, Mariachi Gamma 1000, Trío de Chucho Navarro Jr., La Sonora Santanera, Los Macorinos, Armando Manzanero y el Mariachi Vargas, pero el confinamiento pilló a Diego Ramón Jiménez Salazar en su casa de Punta Cana (República Dominicana) sin haber hecho la voz.

“Me metí en el estudio y lo canté en diez días. Cigala canta a México, se ríe el madrileño (1968) sobre el trabajo que sigue a Indestructible, de 2016.

Es un trabajo, presume, “muy elegante, muy bonito”, con un sonido “muy diferente”, en el que “la profunda vivencia” del mariachi y el bolero se funden con su alma flamenca.

“Amo a México y escucho desde chaval su música, a José Alfredo Jiménez, Agustín Lara, Vicente Fernández, Chavela Vargas... Los llevo a todos conmigo. Es una locura de noches las que he pasado escuchando rancheras y boleros. Son muy románticos y yo soy un romántico. Me gusta la bohemia, pasar la noche tocando y cantando esas letras...”, describe.

Si tú me dices ven o Soy lo prohibido, detalla, son canciones que ha escuchado en la voz de flamencas como Adela la Chaqueta o Dolores de Córdoba, “que los metían por cuplé, por bulerías... ay la buleritis”, bromea de nuevo.

Ha incluido en el disco, disponible en plataformas digitales, además de esos dos temas, clásicos como Somos novios, De qué manera, Somos noviosDe qué maneraTe olvido Ha querido “reinventarlos” y afirma rotundo que “suenan diferente a todas las rancheras que se han hecho”.