iencia ficción, viajes mentales o planteamientos de vida tras una ruptura: todo tiene cabida entre cuatro paredes cuando el talento de Leticia Dolera, Rodrigo Sorogoyen, Paula Ortiz, Carlos Marqués-Marcet y Elena Martín se pone a disposición de un proyecto experimental, rodado durante el confinamiento, como es En casa, que estrena hoy HBO. Sólo con un móvil, algunos accesorios y en tiempo récord.

Entre cuatro paredes, con un kit básico de rodaje y en un contexto tan particular como el de un confinamiento obligado por una pandemia global, cinco directores asumen el reto de contar una historia. No importan tanto el aspecto técnico, la calidad de la imagen o incluso el género de la pieza, la clave reside en ser capaz de poner en imagen aquello que pasa por la mente de un creador cuando está encerrado en casa.

Así pues, creadores como Leticia Dolera, Rodrigo Sorogoyen, Paula Ortiz, Carlos Marqués-Marcet y Elena Martín demuestran en la serie En casa que la imaginación no tiene límites y que una buena historia puede ser creada y contada en una situación tan adversa y limitada como la vivida durante estos meses de confinamiento en nuestros hogares.

Los cinco directores, encargados de crear un capítulo con una historia independiente del resto pero con el denominador común del confinamiento, coinciden al hablar con Efe de esta experiencia única como un proyecto con una doble lectura, un viaje "contradictorio", como dice Paula Ortiz, cuyo episodio, Así de fácil, está protagonizado por la actriz Celia Freijeiro y la cantante Julia de Castro. "La vivencia en sí misma ha sido muy contradictoria", argumenta la directora de La novia (2015). "Teníamos que contar una historia de una manera nueva porque no teníamos ni los equipos humanos ni técnicos, algo que ha sido, para mí, una lección brutal".

Ortiz habla de la "frustración" al tener que dirigir a través de una videollamada, ya que ella estaba en Zaragoza y el rodaje de su episodio se llevaba a cabo en casa de sus actrices, en Madrid: "Ha sido un proceso en diferido. Yo dirigía por videollamada y ver las tomas a través de la pantalla de un teléfono que, al mismo tiempo, yo estoy viendo a través de otra pantalla es una locura".

Es en ese mismo punto, en el de la "frustración" a nivel técnico, donde Leticia Dolera, que escribe, dirige y protagoniza en soledad su episodio, Mi jaula, respalda las palabras de su compañera: "Ha sido un reto y una oportunidad para enfrentarnos a rodar de una forma en la que nunca lo habíamos hecho. Ha habido momentos de frustración. El día que me llegó todo el material, el móvil, el trípode grande, el pequeño y los micros de corbata me dio un poquito de ansiedad".

Un sentimiento compartido, en cierto modo, por Rodrigo Sorogoyen, quien debuta como actor en este proyecto y reconoce que era "complicado", durante el rodaje, "tratar de poner pasión" en el aspecto de la interpretación al mismo tiempo que en el de la dirección y "tener que parar a revisar si el sonido estaba bien o la toma era correcta".

Sorogoyen, que protagoniza el episodio Una situación extraordinaria junto a Marta Nieto, habla también de los tiempos, de la "inmediatez", algo que todos los directores destacan como uno de los retos del proyecto. "Ha sido una escritura, rodaje y postproducción en una situación excepcional por la rapidez. Había un deadline y había que cumplirlo y era complicado", explica Elena Martín. La directora de la bien valorada Júlia Ist (2017) -cinta que protagoniza, como hace en su episodio (Mira este vídeo de gatitos)- comenta también la dificultad, en su caso particular al rodar con seis personas más, de controlar el sonido y, por otro lado, de trabajar "a distancia", algo en lo que Carlos Marqués-Marcet hace hincapié.

Marqués-Marcet, del que podría decirse que sabe de lo que habla cuando hacemos referencia a la "distancia" ya que es el autor de la película 10.000 Km (2014), destaca el tema de conjugar tiempo y distancia: "Yo tenía material de archivo, por lo que subirlo, fusionarlo, enviarlo a mi montador, que está en Beirut, y llegar a tiempo, ha sido todo un reto" No obstante, si hay algo en lo que coinciden todos ellos, que ofrecerán al público historias, ideas y conceptos muy diversos, es el hecho de que el cine es un "trabajo en equipo", como dice Sorogoyen: "El equipo es básico para hacer cine". "El cine es un trabajo en equipo y cada departamento tiene una función, un motivo y un porqué", remata Dolera.

Es Paula Ortiz quien cierra la cuestión con una respuesta al nivel de sus propias creaciones: "El cine es arte colectivo. Para poder desarrollar todos sus lenguajes en plenitud necesita del equipo. Todo el mundo está creando su parte y aquí no hemos tenido esa posibilidad, con lo cual no puede volar todo lo lejos que uno querría".

En casa la imaginación tiene razones que el confinamiento no entiende.

No importa tanto el aspecto técnico, la clave es ser capaz de poner en imagen qué pasa por la mente de un creador cuando está encerrado

"El cine es arte colectivo. Para desarrollar sus lenguajes en plenitud necesita al equipo, y aquí no hemos tenido esa posibilidad"