- Cuando hoy sople las velas por su 85 cumpleaños, Norman Foster seguirá sosteniendo el lápiz que le llevó a convertirse en una superestrella de la arquitectura, la disciplina en la que aún profesa para unir sus impulsos de artista y métodos de ingeniero. El diseño del Metro de Bilbao (1995), la Torre Hearst de Nueva York (2006), el Ayuntamiento de Londres (2002), la Torre Swiss RE (2004), el aeropuerto de Pekín (2007) o el Museo Nacional Zayed de Emiratos Árabes (2017), junto con la ampliación del Reichstag en Berlín o la cubierta del Museo Británico son algunos de sus proyecto más emblemáticos.