- Estaba previsto que el broche se estuviera poniendo este mes en Tokio, durante la celebración del Festival Internacional de Teatro para Niños y Jóvenes Espectadores. Iba a ser la guinda a tres años de trabajo desarrollado por la sala Baratza junto a otras seis agrupaciones escénicas de diferentes partes de Europa para dar forma y fondo al proyecto I will be everything, una propuesta que cristalizó en 2019 en una obra de teatro tras involucrar a más de 3.000 niños y jóvenes de entre 8 y 12 años cómo se imaginaban el mundo en 50 años. Pero el covid-19 truncó el final de la gira que se estaba haciendo con el montaje y también el viaje a Japón.

Aún así, tanto Baratza como el resto de cómplices en esta aventura van a celebrar este lunes un encuentro on-line para compartir “cómo hemos trabajado la co-creación, la fidelización y participación del público y qué alternativa artística hemos propuesto en estas circunstancias”, según explican desde la sala. La cita se producirá a las 11.00 horas y en inglés, representando al espacio gasteiztarra Hannah Whelan. Además, el proyecto va a poner a disposición de cualquier persona interesada las guías de herramientas utilizadas así como el montaje on-line que se estrena el mismo lunes.