- Las librerías “tienen asumido” que a la vuelta al trabajo tras el parón obligado por el estado de alarma debido a la crisis sanitaria del coronavirus habrá negocios que ya hayan cerrado por falta de liquidez y, los que vuelvan, ya están estudiando “formas de reinventarse” para continuar.
Así lo explicó en una entrevista el portavoz de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (CEGAL), Álvaro Manso, quien recordó que para el regreso de las librerías se habrán cumplido al menos “dos meses sin ingresos”. “Seguro que nos encontramos con librerías que no van a abrir, pero ojalá sean las menos posibles. No se puede ir contra la evidencia: vamos a perder negocios, eso seguro”, señaló.
En Italia -y en otros países europeos menos afectados por el coronavirus- las librerías han sido de los primeros negocios en volver a funcionar, por lo que ahora están en el foco ante la primera fase de desescalada que habrá en España. Por el momento, Manso aseguró que no cuentan con fecha de regreso por parte del Gobierno. “No tengo claro cuándo se va a producir esa vuelta porque aún no tenemos una fecha. Tampoco hay una postura unitaria en la asociación al respecto, cada uno hará lo que crea que hay que hacer, pero lo que está claro es que habrá que buscar una apertura con seguridad”, afirmó el librero.
En este sentido, adelantó que las aperturas se harán cuando “esté consolidado” el plan que han puesto sobre la mesa con determinadas medidas. “Antes de abrir tenemos que tener los comercios adaptados, con mamparas, mascarillas o aforos reducidos, y hay que tener en cuenta que desde que se impuso el confinamiento no hemos podido hacer nada de esto”, ha explicado.
Manso indicó que, a día de hoy, varias de las librerías mantienen el funcionamiento online -se han llegado a agrupar algunas ventas- e incluso se han anticipado otras ventas mediante fórmulas como las de compras válidas durante seis meses.
De cara a los próximos meses, Manso también anticipó que desde el sector se ha solicitado que se mantengan algunas medidas económicas aprobadas para el estado de alarma, como los ERTE. “El público se irá incorporando gradualmente y en la apertura no se podrá contar en algunos casos con todos los trabajadores, hay que ir consolidando el negocio”, defendió.
También mantiene la vista puesta en las ferias del libro, las cuales han aplazado ya sus citas previstas para abril o mayo hasta otra fecha aún sin cerrar. En el caso del Día del Libro -que en Barcelona supone entre el 15-20% de la facturación anual del sector, según Manso- se apostó por el fomento de la lectura, al no haber actividad comercial todavía.
El volumen de negocio que generan estos eventos hacen que los libreros busquen fechas alternativas. Manso apostó por una Feria del Libro en otoño, “si es que llegados a esta fecha se puede acometer”, recordando la importancia de unos eventos que podrían salvar los últimos meses del año. Eso sí, también “adaptadas” a las nuevas circunstancias por el coronavirus.
“No vamos a estar ante la misma Feria del Libro si se llegan a celebrar, eso es imposible. Nos tendremos que reinventar, pero hay muchas posibilidades: con aforos más pequeños u otras fórmulas, aunque supongan un detrimento de ventas. Si las librerías algo han demostrado es capacidad de adaptación a lo largo del tiempo”, concluyó.
“Antes de abrir tenemos que tener los comercios adaptados, con mamparas, mascarillas... ”
Portavoz de CEGAL