- La soprano Pilar Jurado no seguirá presidiendo la Sociedad General de Autores y Editores, cargo que asumió en febrero del pasado año, tras no superar una moción de censura con 22 votos a favor, de un total de los 35 que forman la Junta Directiva de la entidad.

Este es el resultado que ha salido de la junta directiva extraordinaria celebrada telemáticamente ayer tras la solicitud de esta moción de censura presentada por 22 de sus 35 miembros y que se convocó con este único punto del orden del día ante lo que consideran una falta de transparencia “como jamás se ha visto” en la entidad.

Según el artículo 71 de los estatutos de la entidad de gestión, la presidencia la ocupará el Vicepresidente socio autor de más edad, que en la actualidad es Fermín Cabal, del Colegio de Gran Derecho. A partir de ahora, además, se abre un periodo de un mes para que entre los miembros de la Junta Directiva salga elegido otro presidente que agote mandato, hasta finales de 2022. Los 22 firmantes de esta solicitud de moción de censura han llegado a esta situación por el reciente nombramiento de Clifton Jerome Williams López como subdirector general de la SGAE y de Enrique Soria García-Ramos como director económico financiero de la entidad.

Unos nombramientos por los que el Ministerio de Cultura ha pedido explicaciones a la SGAE en un requerimiento de la directora general de Industrias Culturales, Propiedad Intelectual y Cooperación, Adriana Moscoso, en el que recuerda que, como ya se les informó el 28 de junio de 2018, la entidad “no puede ni modificar el organigrama de la entidad, ni contratar nuevo personal directivo en tanto no reciba indicación distinta de este Ministerio”.

El Ministerio explica que el pasado 6 de abril y mediante escrito de su secretario general, la SGAE informó de que su Consejo de Dirección, reunido el 2 de abril de 2020, había acordado los nombramientos de Clifton Jerome Williams López y de Soria García-Ramos y adjuntó el nuevo organigrama de la SGAE aprobado por el consejo de dirección en esa misma sesión.

Por ello, requiere a la entidad para que remita la descripción del nuevo organigrama de la SGAE, incluyendo el contenido detallado de las funciones de cada una de las direcciones que lo conforman; la justificación económica para la aprobación de un nuevo organigrama y las mejoras en términos de productividad en relación con los ingresos de la entidad que conlleva.