stos días es habitual leer en redes sociales comentarios de personas que piden recomendaciones de libros y de películas y series. Afortunadamente, el coronavirus nos ha cogido preparados en cuanto a plataformas e Internet se refiere y la tristeza de ver las salas de cine cerradas y decenas de estrenos aplazados se puede compensar un poco a través de la gran oferta de series y películas de ficción, animación y documentales que pueden contribuir a atenuar los efectos del obligado y necesario confinamiento. Y más en fin de semana, cuando parece que las horas se estiran hasta duplicarse.
Siete cineastas comparten con los lectores de este periódico los títulos de los filmes y sagas que más les han gustado en los últimos tiempos y algunas aprovechan, de paso, para recomendar clásicos de siempre. Historia de un matrimonio, en largometrajes, y El visitante, en series, son algunos de los punto de coincidencia.
El guionista y director Patxi Amezcua, responsable de películas como Séptimo y autor de historias como la de La sombra de la ley, se encuentra bien en Madrid con su mujer y sus dos hijos lo que califica “este eterno domingo por la tarde”. Acostumbrado al encierro ya que, como sus colegas de oficio, casi siempre trabaja en casa, está aprovechando “para reescribir los cuatro episodios de la serie que estoy haciendo para TVE/Amazon sobre la vuelta al mundo de Magallanes y Elcano”. En cuanto a sugerencias, en series opta por La voz más alta (Movistar), sobre Robert Ailes, “un tipo tan inteligente como depravado” que logró aupar a Fox News por delante de CNN “y acabó llevando a Trump a la Casa Blanca”. Cita también una serie documental, El Palmar de Troya, en la misma plataforma, “que cuenta la surrealista/cómica/trágica historia de cómo surgió una iglesia/secta en Sevilla que acabó nombrando a su propio papa”. De cine, “y si te gusta Dylan, claro”, menciona Rolling Thunder Review (Netflix), documental de Scorsese sobre el músico de Duluth; Vice (El vicio del poder), en Amazon Prime, sobre el exvicepresidente de EEUU Dick Cheney, y Klaus, “perfecta para ver con niños, o incluso sin ellos”.
Fernando González Molina se siente “raro” porque hace unos días estaba “desbordado” con el rodaje de Paraíso, su serie para Movistar, y con estreno de Ofrenda a la tormenta, que el día 13 iba a inaugurar el Festival de Málaga, “y, de repente, todo se ha parado”, cuenta desde Madrid. Pero trata de ser “optimista” y “usar este tiempo para trabajar en nuevas historias y proyectos”, además de en “ordenar cosas pendientes, leer y ver mucho cine”. Y propone dos series y dos películas. En el primer apartado destaca The Morning Show (Apple TV), que descata por ser “un maravilloso retrato femenino de dos periodistas de televisión en momentos contrapuestos de sus carreras”, y por mostrar “de un modo novedoso y desde otros ángulos” el #MeToo. De HBO sugiere El visitante, serie de “atmósfera inquietante” basada en un texto de Stephen King, rodada “de manera maravillosa y adictiva”. En cuanto a largometrajes, se queda con Historia de un matrimonio (Netflix), “probablemente mi película favorita del año”, que “atrapa y conmueve” y, en estos momentos de encierro, “te habla claramente de qué es lo importante en la vida”. Y Dolor y gloria. “Como director me llega muchísimo el retrato de este cineasta en el ocaso que, ante la imposibilidad de rodar, se plantea qué sentido tiene seguir viviendo”.
También iba a Málaga, en este caso a concurso, Uno para todos, el segundo largo de David Ilundain, y ahora “estamos buscando fechas para relanzarlo”. Sobre el teletrajo, opina que es “una quimera” con dos niños en casa, “porque ahora soy padre hasta las nueve, maestro de 9.00 a 12.30, amiguito de 12.30 a 13.00, cocinero y cuidador de patio hasta las 15.00, maestro de nuevo hasta las 17.00, entrenador hasta las 18.30 y de nuevo padre hasta las 21.00”. Debería estar escribiendo un nuevo guión, y recuerda que Shakespeare escribió Macbeth y La tempestad en una cuarentena, pero el realizador, que vive en Cataluña, se pregunta si tenía hijos...
Ilundain, que ha liberado el link de B, su película sobre los papeles de Bárcenas, en Vimeo, sugiere dos series de HBO, una es Chernobyl,“para entender situaciones parecidas a esta”, y “para evadirse irreverentemente”, apuesta por The New Pope. Para niños, recomienda el catálogo “no Disney” de Filmin y las películas del Estudio Ghibli de Netflix, como Mi vecino Totoro. Aunque cree que lo mejor es “mirar la estantería y leer y releer libros”. “Seguro que tenemos algunos pendientes”, termina.
“El confinamiento me está viniendo bien para poder concentrarme y escribir. Me paso el día corriendo de una punta a otra de Madrid compaginando escritura con clases, charlas... diciendo que sí a toda propuesta laboral que me permita pagar el alquiler, y cuando me cancelaron todo y paré me di cuenta del ritmo enfermizo de vida que estaba llevando”, cuenta Andrea Jaurrieta, nominada a un Goya por la dirección de su ópera prima Ana de día. El recogimiento y la reflexión le están sirviendo para dedicarse “plenamente” a su nuevo proyecto “por primera vez en años”, aunque reconoce que mantenerme económicamente así más de 15 días “será insostenible”. Su listado de sugerencias comienza con una de sus películas favoritas, Annie Hall, de Woody Allen, “para reír”; continúa con Mi vida sin mí, de Isabel Coixet, “para llorar”. En documental se queda con Frágil equilibrio, de Guillermo García López, “una visión poliédrica y humanista de las desigualdades del mundo sin caer en la moralina”, y, en animación, con El viaje de Chihiro, de Miyazaki, “una obra maestra; surrealista y poética”. “Es increíble cómo está hecha”, apunta.
La montadora, directora y artista plástica Julia Juániz se está tomando el retiro con tranquilidad, “creando obras nuevas de pintura y collages” y leyendo libros y viendo películas que en su día le gustaron mucho y no había vuelto a ver. Son los casos de In the Mood for Love, de Wong Kar-wai, un filme “con unos actores protagonistas maravillosos, muy sensorial y con una belleza exquisita”; Una mujer de París, de Charles Chaplin, “un drama que te enseña cómo las casualidades de la vida te llevan por un camino u otro”. También Dersu Uzala, de Akira Kurosawa, una hermosa historia de amistad; Viridiana, de Luis Buñuel, “una obra maestra”, y, más reciente, Trinta Lumes, de Diana Toucedo, “un relato lleno de misterio y cotidianidad entre el documental y la ficción”.
Helena Taberna decidió regresar a su txoko de Pamplona cuando en Madrid vio que la cosa se iba a poner fea. Y está “aprovechando el silencio” para darle “un empujón” al guión de su nueva película, aunque le da pena no haber podido viajar al Festival de Guadalajara (México) con Varados, con la que después iba a concursar en Nantes. “Pero, ojo, no es una queja, por desgracia miles de personas están viviendo situaciones personales mucho más graves y dolorosas”, afirma. Para ver buen cine, la cineasta recomienda al catálogo de Filmin, del que destaca la “maravillosa” Retrato de una mujer en llamas, de Céline Sciamma. Y aconseja darse de alta en el festival on line Cine de Mujeres, que incluye Varados y otras once películas de estreno. “Se pueden ver todas por menos de seis euros”, indica.
Las últimas series que le han parecido interesantes son El visitante, por su “realización hipnótica” y “una dirección de foto magnífica al servicio de la historia”. Trust, en torno al secuestro del nieto de Paul Getty, con Donald Sutherland, es otra de sus propuestas, y de Netflix se queda con las películas Historia de un matrimonio y con Roma, así como con Road to Roma, que incluye una entrevista a Alfonso Cuarón.
HBO anunció ayer que Patria es otra de las series afectadas por el coronavirus. La producción original de HBO Europe basada en la novela homónima escrita por Fernando Aramburu, que se encuentra actualmente en postproducción, retrasa su estreno, previsto para el próximo 17 de mayo, y se pospone para “asegurar la seguridad de los equipos que trabajaban en la edición de la serie”. La serie está dirigida por Félix Viscarret, que reconoce que está situación del coronavirus “presentará muchas incertidumbres y traerá muchos retos”, por eso ahora “hay que trabajar para estar sano y en tranquilidad”. De momento, estos días se dedica a la familia, a ver películas y series, a practicar yoga y a dejar los miedos aparte. “No hay que olvidar que somos privilegiados del primer mundo. Y tenemos la cultura para acompañarnos y enriquecernos, cuando esto pase, yo seré de esos que dirán ‘no hay que olvidarse de cuánto hace por nosotros la cultura en momentos así”, señala. Para generar esa compañía sugiere algunas “joyas independientes, menos conocidas, pero muy divertidas” que hay en Movistar, como Espada de confianza, de Lynn Shelton, la directora de El amigo de mi hermana, que está en Filmin. De la misma plataforma recomienda Kidding, de Dave Holstein, y Vida perfecta, de Leticia Dolera, “para celebrar las excentricidades que tenemos los seres humanos”. En la misma línea apunta Vida privada, “maravillosa” serie de Tamara Jenkins que “nos enseña a reírnos de nuestras constantes frustraciones y nuestras batallas perdidas”. Y “para que no decaiga la fiesta”, de Amazon señala Fleabag y I love Dick, está última con Kathryn Hahn, que también protagoniza La señora Fletcher. Seguir viendo con humor la naturaleza humana es el nexo común entre las series que indica Viscarret, que cita, asimismo, películas como Boyhood, Anomalisa, Lady Bird o Juliet, desnuda (Amazon); Blue Jay e Historia de un matrimonio (Netflix); Mujeres del siglo XX y A propósito de Llewyn Davis (Rakuten TV), o Modernos (Filmin). Todo, “para disfrutar y seguir dando gracias a la cultura”.