- "Me gustaría que la gente que escuche el disco pudiera hacer una reflexión sobre el tipo de sociedad que tenemos en la actualidad, una sociedad insolidaria, violenta, en la que hay políticos que nos venden programas e ilusiones para después hacer todo lo contrario de lo que dicen", apunta Oskar Urkiza, cantante y guitarrista de Señor Koski-Koski, trío con sede en Samaniego que comparte con Iraultza Urkiza (bajo) y Luis Gutiérrez Guti (batería). "Sin embargo -y de eso también se habla en este álbum-, cada uno podemos cambiar todo eso con nuestras acciones y reflexiones. Es decir, aunque algunos piensen que no, hay esperanza".

Bajo esa idea genérica, la banda de Rioja Alavesa acaba de presentar, tanto en su formato físico (CD, que se puede conseguir en distintos puntos de la zona) como digital, su primer trabajo discográfico, Sentir y soñar. Temas como Vida cruel, La reina del jardín, Ciudad sin nombre, Vivir mi vida, Adictos sin futuro, El Síndrome de Peter Punk y Samaniegokoak conforman una producción que está compuesta por un total de 16 cortes. "Es un disco conceptual en el que el hilo conductor son los sueños". Se trata de una persona que habla o a la que le hablan. "Se parte de un momento determinado que todos conocemos, que es el inicio de la crisis económica en 2008. En cada canción, se ve al tío cómo va perdiendo su trabajo, su pareja, su ideología€ pero hacia el final del disco también hay canciones en positivo, porque en el fondo del túnel siempre aparece algo positivo. Esta sociedad, a pesar de lo violenta y cruel que puede llegar a ser, se puede cambiar", describe Urkiza.

De todas formas, ahora es el momento del público, de quienes se asomen a un trabajo que a finales de verano de 2018 el cantante y guitarrista, con varias canciones ya realizadas, compartió con su sobrino. "A Iraultza y a mí nos gustó cómo sonaba aquello y decidimos llamar a Guti", con quien Oskar ya había coincidido en Jake Mate. Hasta la pasada primavera, los tres fueron construyendo el tronco de un disco que se masterizó en San Asensio, en los Estudios Meca. En ese proceso, "tenía claro que quería que sonase algo ochentero. No quiero decir que buscaba que las canciones parecieran de los años 80, pero es evidente que en nuestro sonido hay determinadas influencias. Ten en cuenta que los Clash son nuestros apóstoles y el London Calling es nuestra biblia, más allá de que cuando estaba produciendo el álbum estuve escuchando mucho a los Pistones, Loquillo€".

A la espera de que, tras la publicación de Sentir y soñar, se vayan confirmando las fechas de los primeros conciertos -en principio, solo habrá que esperar hasta primavera-, el trío quiere dar a conocer un trabajo lleno de "guiños y homenajes", empezando por el propio nombre del grupo, que hace referencia a un juego que Oskar practicaba con sus hijos cuando eran pequeños. "Puede que haya obligaciones diferentes en el día a día que hagan que no sea fácil quedar siempre para ensayar en Samaniego, pero los tres disfrutamos mucho con lo que estamos haciendo, con lo que nos ofrece la música".