Vitoria - Sus libros han sido publicados y traducidos en China, Brasil, Corea, Italia y Francia. Una amplia producción que tiene casi siempre a los lectores más jóvenes como punto de referencia, aunque también a los adultos ha dirigido algunas de sus creaciones. Con todo, Mar Benegas compagina esta labor con una incansable trayectoria como formadora y conferenciante, un camino que no solo comparte con quienes quieren perderse entre las palabras e historias sino también con profesionales de la educación y de otras áreas, como puede ser el caso de quienes trabajan en bibliotecas. Justo esta semana, se encuentra desarrollando una serie de encuentros tanto en Gasteiz como en Pamplona, una agenda de lo más apretada que concluirá este sábado en Astrolibros 2, donde a partir de las 18.00 horas compartirá un cuentacuentos con personas a partir de 3 años.

"Normalmente trabajo a partir de mis libros", donde la rima tiene un papel protagonista. Así sucederá este día 7 en una cita en la que "vamos a compartir un rato de cuentos, canciones y de mirar los libros juntos". Al fin y al cabo, se trata de asomarse a la literatura para vivir "un momento gratificante". En Astrolibros 2 se cerrarán unas jornadas en las que Benegas se está encontrando con jóvenes de distintas edades, algo que también obliga a adaptarse a la audiencia. "Cada edad tiene su magia y eso no lo puedes perder de vista".

Más allá de esta cuestión a tener en cuenta, en estas citas "la idea es transmitir lo que significa para mí la poesía, cómo me ha ayudado. A partir de ahí, tratamos de pasar un rato entre el juego y la reflexión. Se trata, sobre todo, de disfrutar, de que los asistentes descubran ese mundo que a mí me fascina. Con eso me vale. Además, espero que luego busquen los libros, que escriban y que incluso los padres me digan que se han aprendido un cuento de memoria o una rima. Lo importante es que unos y otros se acerquen a los libros".

Con todo, la materia prima con la que trabaja Benegas es una poesía que "ya sabemos que está muy ocultada. Pero mi experiencia con ella es la contraria. Así que puede ser una tarea titánica lo que hago porque hay muchos niños y muchas escuelas a las que llegar; eso sí, nunca he encontrado un niño al que no le guste la poesía y ahí está también lo satisfactorio de todo esto". De hecho, la escritora comparte la idea de que, en muchos casos, las fronteras se encuentran más en las personas de más edad. "Los que más prejuicios tenemos hacia la poesía somos los adultos. Tenemos unos prejuicios que vienen de la manera en la que se suele trabajar y acercar a la infancia. En general, cuando hablamos de poesía, hablamos de ese primer contacto que tiene que ver con la métrica, con lo técnico, con unos señores que hace 400 años que están muertos y que no tienen nada que ver con nosotros. En general, encuentro que la falta de herramientas está en los adultos" y por ello también desarrolla formación específica para quienes, en esa etapa de la vida, tienen contacto y relación con los más jóvenes, para que no se repitan esquemas y, por tanto, costumbres.

A pesar de su agotadora agenda de encuentros y charlas, también busca espacios para desarrollar sus creaciones. "Es complicado encontrar los huecos pero intento siempre guardar algunos días. Como paso muchas horas en el coche, suelo llevar una grabadora y voy diciendo cosas, y cuando llego a casa lo retomo", más allá de que su relación con los jóvenes es una fuente de inspiración importante. "Estar con ellos me alimenta".

A lo largo de esta semana, la escritora y formadora está desarrollando diferentes charlas tanto en la capital alavesa como en Pamplona

"Estar con los jóvenes de distintas edades también me alimenta a la hora de escribir", apunta la creadora