Vitoria - Desde hace tres años tiene su residencia fijada en Los Ángeles, aunque eso no impide que la fotógrafa gasteiztarra Leire Baztarrica regrese de vez en cuando a su ciudad natal, más allá de que haya pasado el mismo tiempo de su última exposición en Gasteiz. Hoy, Zuloa vuelve a mostrar su trabajo, en concreto el último proyecto que ha estado desarrollando en tierras californianas, I want to believe, que se va a poder ver en el espacio de la calle Correría hasta el próximo 2 de mayo. "Estoy emocionada por volver, sobre todo porque estoy notando que hay mucha gente interesada por ver este trabajo y compartir conmigo estas fotografías".

Es su propia experiencia como mujer migrante la que se encuentra en la base de una producción que mira a esta "sociedad escaparate en la que vivimos", en la que "muchas mujeres se quedan fuera por falta de espacio y no de méritos". Una situación que puede hacer sentir a más de una persona como alienígena en su planeta, una idea que Baztarrica toma para convertir en extraterrestres a las modelos que posan frente a su cámara.

Mujeres de Taiwán, El Salvador, México, Inglaterra o India toman parte en la propuesta, posando en distintos puntos de Los Ángeles vestidas, maquilladas y posando como si de una película de ciencia ficción se tratara, componiendo un mapa de la diversidad en el que nada es lo que parece, aunque, al fin y al cabo, la exposición hable de cosas tan terrenales como lo complicado que puede llegar a ser sentirse integrada en un mundo en la que hay quien sigue haciendo diferencias en base a las procedencias, el sexo y las clases sociales.

"Yo misma me siento todavía de fuera, encontrándome barreras culturales allí, aunque he ido entendiendo ciertas dinámicas en este tiempo", describe la fotógrafa, que busca crear en Zuloa "una especie de museo de todas y para todos, plasmando el color y la forma, orientado a la moda transformadora, empoderante y libre". Así lo explica en una muestra que es producto también de la ayuda del programa Haziak, y que incluye algunas de las imágenes resultantes del taller que el pasado septiembre ofreció con la misma temática en la capital alavesa, un curso que agotó todas sus plazas.

Al mismo tiempo, la exposición suma algunos de los vestidos usados en las sesiones y algunas pequeñas imágenes para mostrar cómo se llevaron a cabo varias de las fotografías expuestas, una de las cuales cuenta con una curiosidad vital para Baztarrica, que ha podido trabajar con Ulorin Vex, modelo que ella solía dibujar hace unos años cuando era estudiante en Vitoria.

Por supuesto, ella misma posa ante su cámara para completar este abanico humano, una propuesta en la que cualquier persona que conozca el trabajo desarrollado por Baztarrica hasta ahora va a poder ver su marca personal sin problemas, un sello a la hora de crear que la define, ya esté a un lado u otro del Atlántico.