Madrid - Ya saben ese refrán que dice: “No hay mal que bien no venga”. Pues parece que algo así ha debido ocurrir a los miembros directos del clan de los Pantoja. La muerte de la madre de Irene Rosales, nuera de Isabel y pareja de su hijo, Francisco, unió a la familia y todos están buscando puntos emocionales de encuentro para limar asperezas. El primer paso lo dieron la cantante e Isa. Estuvieron muchos años enfrentadas y eso que la hija no tiene tantos. Pero más o menos desde que esta criatura cumplió la mayoría de edad y descubrió lo bien que se lo pasaba en la noche de cualquier ciudad, se abrió una brecha entre ellas. Han sido muchos los desencuentros que han tenido y muy pocas las parejas de la joven, que han sido variadas, que Isabel Pantoja aprobó, más bien ninguna. Aunque algo cambió en su relación cuando quiere hablar con el nuevo aspirante a ser su yerno, Asraf Beno.
“Mi madre quiere hablar con Asraf y conmigo y empezar de cero”, señaló la joven hace unos días en el programa de Ana Rosa Quintana. En el mismo, se lanzó a un discurso filosófico sobre lo corta que es la vida y lo bueno que es aprovechar las oportunidades que llegan por el camino. “El fallecimiento de la madre de Irene nos renueve a todos, la vida es nada e intentas mejorar la relación. Eso es lo que le ha pasado”. Vamos, nada mejor que un funeral en familia para cambiar radicalmente.
Por su parte, a la madre se le cae la baba con su niña pequeña y no hace más que alabar lo guapa que está en cuanto tiene un micrófono delante. En fin, que rectificar es de sabios, aunque hacerlo en familia es todo un reto, sobre todo, cuando ha habido tantos enfrentamientos como los habido entre los Pantoja. A ver si llegan así al verano.