Vitoria - Definir qué es la felicidad para cada persona puede resultar una empresa inabarcable e infinita, pero se podría alcanzar un cierto consenso al asegurar que cada ser humano -quienes fueron, son y serán- tiene como objetivo principal sentirla y, en la medida de lo posible, mantenerla durante el mayor tiempo posible. En ese marco, situando la mirada en el presente y en esta sociedad occidental y supuestamente desarrollada en la que parece que cada vez hay menos tiempo para vivir, es en el que Rut Briones y Raquel Durán ubican Felices, una propuesta que desde hoy hasta el próximo 3 de mayo inunda el antiguo Depósito de Aguas a través de una serie de instalaciones -en algunos casos interactivas con el visitante- que conforman un conjunto abierto a diferentes reflexiones.

De hecho, aunque sea a modo de ejemplo un tanto anecdótico, ni siquiera ellas -que han trabajado juntas en diferentes proyectos temáticos como el actual- responden de la misma manera cuando se les cuestiona qué es la felicidad para cada una. "La felicidad es un concepto complejo y cambiante", donde los matices cobran una importancia esencial. Eso sin perder de vista los sentimientos que también genera el hecho de no poder alcanzarla.

En esa línea, ambas creadoras proponer al público que acuda a Montehermoso un recorrido por el amplio espacio del Depósito a través de diferentes instalaciones de marcado carácter audiovisual, aunque no solo. "Amoldarnos al espacio ha sido un reto pero también un caramelo. Tiene una magia especial", más allá de que entre las piezas pueda haber ciertas interferencias acústicas. "No nos importan porque entendemos Felices como un todo".

La felicidad del momento. La que se quiere que se mantenga en el tiempo. La que se basa en los Me gusta de una red social. La que se aparenta aunque no se siente. La que llega cuando se consume. La... Todas esas situaciones y más se plantean en torno a un ser humano que vive, de manera individual y colectiva, en un hoy que parece sobrepasarle y en el que sigue cayendo en las contradicciones que le acompañan desde que es tal. De esta forma, la exposición se convierte en una especie de espejo en el que mirarse y ver qué reflejo se recibe.

El trabajo que Briones y Durán presentan en lo alto de la colina llega tras ser seleccionado en 2019 en la penúltima convocatoria Proyectos Artísticos, en la que también se eligió los últimos trabajos de Claudia Rebeca Lorenzo, Nerea Lekuona y Salim Malla. Cabe recordar que, de cara a este 2020, la nueva edición de la ayuda ya está abierta (el año pasado se recibieron 147 propuestas). Como en este caso, las creaciones preferidas contarán con un apoyo económico de 6.000 euros y serán expuestas en Montehermoso.