Vitoria - Siete personas distintas en muchos aspectos pero que comparten un tiempo y un espacio, un patio donde el juego se convierte en una herramienta escénica para mirar no sólo al presente de una Euskadi sin violencia sino, sobre todo, a un pasado reciente en el que el conflicto ha condicionado todo tipo de comportamiento personal, social y político. A grandes rasgos, bajo estos parámetros se mueve el estreno que hoy en euskera y mañana en castellano acoge el Principal dentro de la programación invierno-primavera de la Red de Teatros, una obra creada y dirigida por María Goiricelaya que lleva a escena la compañía alavesa Pez Limbo.

Harri, orri ar/El patio de mi casa es el título de una propuesta seleccionada por el programa de apoyo a las nuevas dramaturgias que coordinan el Principal vitoriano, el Arriaga bilbaíno y el Victoria Eugenia donostiarra, un montaje que da sus primeros pasos en las tablas de la calle San Prudencio, ambos días a partir de las 20.30 horas y con entradas todavía disponibles a la venta. Después llegará una gira que, de momento, ya tiene confirmadas fechas en Bilbao (26 y 27 de este mes), Durango (29), Donostia (12, 13 y 14 de marzo), Basauri (27), Ordizia (24 de abril), Ermua (8 de mayo), Sestao (15) y Amorebieta (22).

Iñake Irastorza, Nagore González, Josune Vélez de Mendizabal, Martxelo Rubio, Jontxu Martínez, Egoitz Sánchez y Haizea Baiges conforman el reparto encargado de dar vida a una producción que nació al darse cuenta su autora que no podía decir con seguridad a quién votan sus padres, o su hermana, o sus amigos... porque durante muchos años hablar de política en esta tierra ha sido algo a evitar. "Durante muchos años hemos estado en una espiral de silencio. Hemos llegado a modificar nuestra expresión o nuestra forma de hablar dependiendo de quién hemos tenido delante para no tener problemas o abrir conflictos".

Esa situación y la distancia con la que las nuevas generaciones perciben un ayer no tan lejano marcan la senda de un montaje que se sirve de los juegos de los más pequeños en el patio de la escuela para hablar del futuro, de la convivencia, de la parte humana. "ETA ya no está pero la sangre sigue presente" y, por eso, es necesario abordar el futuro sin violencia "desde la memoria; tenemos que cicatrizar desde la memoria y asumir los diversos dolores. Y hacerlo con honestidad".