barcelona - La escritora británica Caz Frear, que presenta en el festival BCNegra su segunda novela, Corazón despiadado, dijo ayer que "el entorno doméstico da mucho juego en el género negro". No es casual que Frear haya situado en ese ámbito familiar las dos primeras entregas de la serie, protagonizada por su joven detective, Cat Kinsella, de la Policía Metropolitana de Londres.

Recuerda Frear que si en su novela debut, Dulces mentiras describía "una relación tóxica padre-hija", en este segundo libro, también publicado en España por AdN, "la relación tóxica se produce entre marido y mujer". Ambas novelas coinciden en ese ámbito familiar, porque "la familia es maravillosa, pero a veces puede ser terrible, y nunca tienes la certeza de conocer bien a tu hermana o a tu marido", señaló Frear a la prensa; sin embargo, la tercera, que ya está ultimando, cambiará completamente, porque interviene un asesino en serie. En Corazón despiadado Cat Kinsella investiga el asesinato de una joven australiana que llevaba unos meses en el Reino Unido; y todas las pruebas apuntan a un tipo atractivo pero narcisista, Joseph Madden, que habría podido tener una relación con la víctima. Joseph afirma que apenas la conocía y que la noche del asesinato estaba con su mujer, Rachel, pero cuando la esposa contradice su coartada, a Cat le encargan la tarea de indagar en el matrimonio para entender si, como dice Joseph, su mujer intenta incriminarlo.

Frear, que en su vida profesional ha sido camarera, dependienta, intermediaria en ventas al público y cazatalentos en una entidad bancaria, ya tenía vocación literaria desde pequeña y siempre se sintió "fascinada por las historias de policías, los detalles del procedimiento policial, además de haber sido una gran lectora de las novelas que leía mi madre, Ruth Rendell y Agatha Christie".

Echando la vista atrás, cree que "la literatura era el destino", porque como cazatalentos tenía que entrevistar a miles de personas y, por tanto, averiguar que se le daba bien. Escribir también fue una reacción a los "personajes masculinos secos" que leía en el género: "Quería que todo el mundo se pudiera identificar con Cat, con las conversaciones, el picarse con otros compañeros".