Vitoria - No hace muchos años, una conocida artista gasteiztarra intervino varios bolardos de piedra de la capital alavesa, reconvirtiéndolos en elementos propios de un encuentro propio de harrijasotzailes. El arte en la calle no se limita solo al graffiti, que también, y ejemplos de ellos se han producido en los últimos tiempos en la capital alavesa. Intervenciones que no pasan desapercibidas y que, como en el caso de la autora mencionada, tienen que dejar su autoría en el anonimato por aquello de no tener problemas con la administración correspondiente.

En las últimas semanas, un nuevo colectivo artístico está recorriendo similar camino, sirviéndose de latas reutilizadas e intervenidas con las que se forman distintos mensajes, en su mayoría relacionados con cuestiones sociales, teniendo un peso específico la igualdad y contra la violencia de género. Las calles Gorbea, Portal el Rey, Zapatería y Cuchillería, el exterior de los centros cívicos Aldabe e Iparralde, el parque de Judimendi o la zona universitaria son algunos de los espacios en los que ha trabajado ya el grupo Relata, que se autodefine en las redes sociales (más en concreto, en Instagram) como un grupo de Gasteiz que trabaja en el "inconformismo enlatado".

Ni uno más tiene derecho a acosar a una más es la última frase generada y ubicada en el Casco Viejo, esperando, en este caso concreto, la mirada de quienes pasan o viven en Cuchillería. No es una novedad el uso de latas para difundir mensajes callejeros y efímeros. El trabajo del dúo Me Lata se ha hecho de sobra conocido en los últimos años, llegando a exponerse en galerías de arte convencionales.

Con todo, es en la calle donde sus propuestas cobran sentido, más allá de que siempre hay quien, como pasa con el graffiti, habla de vandalismo, de suciedad, de daño... Son cuestiones que siempre se repiten en estos casos. En lo que se refiere a Relata, su camino dentro del arte callejero y efímero, se acaba de iniciar, y habrá que ver qué continuidad y desarrollo tiene. En www.instagram.com/_relata_ se pueden seguir sus pasos y propuestas. Hay otros ejemplos en la capital alavesa de creaciones que aunque no han tenido continuidad por parte de sus autores pasado un determinado momento, siguen presentes en la ciudad, formando parte, lo quieran algunos o no, del patrimonio creativo local. Una forma de expresión imposible de acallar. A la calle no se le pueden poner puertas como a una galería.