Vitoria - Acercarse a “cuatro mujeres que tuvieron problemas para realizar su vocación de escritoras y que, pese a todo, siguieron adelante con sus respectivos proyectos vitales”. A partir de una serie de conferencias sobre Rosalía de Castro, Carolina Coronado, Ernestina de Champourcín y Corín Tellado, el escritor e investigador José Andrés Álvaro Ocáriz -autor, entre otros libros, de la más completa biografía del compositor alavés Sebastián Iradier- presenta ahora un libro en el que tanto los perfiles como la producción de estas creadoras toman un papel protagonista.

Bajo el título de Cuatro escritoras, cuatro miradas de mujer, Ocáriz toma esas charlas como referencia para completar y adaptar a la herramienta de la palabra escrita estos acercamientos. “Ni puedes hablar como escribes, ni puedes escribir como hablas. Si lo haces, la gente se aburre o en un lado o en otro”, así que el libro aporta su propio lenguaje para caminar por la vida y obra de las cuatro.

En el caso específico de la autora vitoriana, “es muy llamativo porque Ernestina tiene una vida muy llamativa, pero también muy desconocida”. En este caso, el investigador apunta tres factores importantes. El primero de ellos tiene que ver, cómo no, con su condición de mujer. “Hay muchos personajes femeninos muy importantes que han pasado desapercibidos en la historia y ella no es una excepción. De Ernestina se han hecho muy pocos ejercicios de recuperación de su huella. Su poesía no se conoce y no se conoce a la escritora, a la persona”.

A juicio de Ocáriz, a Champourcín también le sucede lo que a otros compañeros de la Generación del 27. “En realidad, se habla mucho de Lorca pero, sobre todo, por ser fusilado. De su obra no se habla tanto como se piensa. Qué decir, por ejemplo, de un Premio Nobel como Vicente Aleixandre. Claro, si de los que, en teoría, más se habla, se habla poco, de Ernestina, muchísimo menos”. Pero el autor señala otra circunstancia que ha jugado en contra de la escritora nacida en Vitoria en 1905 y fallecida hace 21 años. “El hecho de tener una poesía religiosa del siglo XX hace que no pocos la aparten de sus programaciones. Parece que hay cosas de las que no se quiere hablar”.

Frente a eso, José Andrés Álvaro Ocáriz apunta que “es una poeta nuestra, vasca, de Vitoria y hay que reivindicarla”, además en sus distintas facetas, es decir, mirando a su producción literaria, pero también a su vida personal (estuvo casada con el secretario de Manuel Azaña) por el componente político de la misma. “También hay que hablar de ella como exiliada, como una mujer comprometida en la lucha contra el franquismo, como persona que terminó volviendo y cómo fue ese regreso”, apunta. - C.G.