Vitoria - En lo cotidiano hay un sin fin de gestos, contactos, decisiones o acciones que suceden sin, en realidad, darles la importancia que tienen. Pero hay quien mira más allá para, desde la creación artística, atravesar la frontera de la superficie. Le sucede así a Azaletik azalera, un proyecto que parte de algo en apariencia tan sencillo como coger y acariciar las manos. "Al dar la mano a alguien, enseguida notamos si está fría, caliente, húmeda o seca. Además, una mano nos puede hacer sentir miedo, fuerza, nervios, enfado o felicidad. Creemos que darle la mano a alguien es una acción llena de sentimientos que no se pueden explicar con palabras" y de ahí el objetivo de convertir en realidad un cortometraje de animación que ahora está buscando el apoyo financiero del público para poder completarse.

De hecho, la campaña de crowdfunding o micromecenazgo iniciada a través de www.verkami.com está entrando en su recta final, en unos últimos quince días en los que concretar el primer objetivo fijado, conseguir 2.000 euros. Lo obtenido se quiere destinar a la elaboración del diseño sonoro de la producción, a las labores de postproducción y a cubrir parte de los gastos en material, según explica la productora alavesa Kalakalab sobre este proyecto dirigido por la realizadora y artista gasteiztarra Mel Arranz, en cuya joven trayectoria ya hay reconocimientos como los de Gazte Klik Klak y Gazte Arte.

Como es habitual en estos casos, se han establecido diferentes recompensas (se pueden aportaciones desde 10 a 500 euros) para acompañar a una propuesta en la que la animación se está haciendo a mano, lo que está haciendo que el proceso "vaya más lento que la producción de una animación digital". Pero no importa. En esa pausa, incluso en la falta de la perfección de las maquinas en favor del factor de lo humano, también hay calidad y valor artístico. "El soporte de los dibujos es papel vegetal y para hacer las imágenes se están usando lápices de colores (blanco, negro y grises de tonalidades cálidas). En total, serán unos 1.500 dibujos los que formarán los cuatro minutos de este cortometraje", imágenes originales y únicas que serán las que pasen a manos de los mecenas, según sus aportaciones, aunque está previsto también realizar dibujos en medidas mayores para quienes aporten más dinero.

Además, si se llega a 4.000 euros durante este proceso de micromecenazgo, se afrontará la realización de un libro a partir del corto, que, por cierto, también ha conseguido la ayuda del Ayuntamiento de Vitoria dentro de su última convocatoria de apoyo al audiovisual.

Una vez se tengan hechos todos los dibujos y esté concluido el diseño sonoro que está elaborando la artista Koko Ávila, se empezará con el trabajo de postproducción. Una vez finalizado el proceso, el camino del corto pasará por los festivales cinematográficos, más allá de que en un momento dado se pueda hacer algún pase especial en la capital alavesa. "Además, queda pendiente la publicación del libro que nos ayudará a mover el proyecto por otras vías". Así que ahora está en manos de quienes quieran sumarse a la propuesta, hacer que se haga realidad.