The Band, el grupo canadiense-estadounidense que vivió su época de esplendor entre los 60 y los 70, ha sido un modelo para varias generaciones, de Counting Crows, The Wallflowers y The Black Crowes a los líderes del country alternativo. Acompañantes de Dylan en su época juvenil, hicieron música superlativa al maridar sonidos de raíces estadounidenses blancos y negros, como prueban clásicos como The weight y The night they drove Old Dixie down. La reedición de su disco homónimo, en su 50º aniversario, con inéditos y tomas en vivo, realza su enorme legado.

Robbie Robertson, su compositor principal y guitarrista, reconoce la paternidad de The Band como progenitor de la Americana. Según él, Americana del Norte, para ser precisos, ya que incluye también a Canadá, de donde procedía la mayoría de sus miembros. De Garth Hudson (teclado, piano, trompeta) a Richard Manuel (teclado, voz, batería), Rick Danko (bajo, voz, violín) y Robertson (guitarra, piano, voz). El único estadounidense fue Levon Helm (batería, voz, mandolina).

A The Band se le ha tardado en reconocer su estatus como una de las mejores agrupaciones de música popular de todos los tiempos. A menudo fue ninguneada como "ese grupo que acompañaba a Dylan" en el tránsito de su etapa folk a la eléctrica, y al final ha pasado a la historia, más allá de por los dos o tres clásicos imperecederos que grabaron, por The Last Waltz, una de las mejores películas musicales de la historia, en la que Scorsesse rodó su concierto de despedida a mediados de los 70.

Cuando se formó The Band, cuyo nombre evidencia su modestia al reconocer que en el entorno de Woodstock se les conocía como "la banda" de Dylan, todos ellos llevaban ya en sus mochilas una década de trabajo como grupo de acompañamiento, principalmente del cantante de rockabilly Ronnie Hawkins antes de acompañar al autor de Blowin' in the wind. Y con Robertson ocupándose del bajo en sus inicios.

Su debut de 1968 se grabó en un casa rural de Nueva York, llamada Big Pink debido al color rosado con el que estaba pintada, y ese escenario acabó trasladándose al título, Music from the Big Pink. Allí estaba su mítico The weight, incluida en Easy rider, pero aunque tuvo cierto éxito crítico, un accidente en el cuello de Danko les impidió salir de gira. Así que cuando The Band publicó su segundo álbum, aún mantenía cierto misterio para el público. Era el 22 de septiembre de 1969 cuando se escucharon por vez primera The night they drove Old Dixie down o Cripple Creek.

Rurales y mestizos Incluido en múltiples listas entre los 100 mejores discos de la historia, The Band (Capitol) ofrecía una estética de inspiración rural. Y su contenido resaltaba por ser un contrapunto al sonido de la época, una huida consciente del rock y la psicodelia. Siguiendo la estela de Dylan y The Byrds, apostaron por las raíces de la música popular, principalmente las más ligadas al folk y el country, aunque su propuesta siempre fue una amalgama de estilos: country, blues, R&B, gospel, soul, rockabilly y rock.

El disco se grabó en Los Ángeles, en una mansión en las colinas de Hollywood que había sido propiedad de Judy Garland y Smmy Davis Jr. Era tan grande que mientras lo grababan, construyendo para la ocasión un estudio en la caseta de la piscina que tuvieron que insonorizar también en su exterior, vivieron con sus familias, tocando y grabando en largas sesiones junto al productor John Simon que duraban hasta el amanecer.

Las obras maestras citadas, así como Rag Mama Rag, Across the great divide, la balada soul Whispering planes o Rockin' chair convirtieron a su segundo disco en el mejor de The Band. Un repertorio excelso en el que sus tres vocalistas compartían micrófono, evidenciando la amistad y el espíritu democrático de un grupo que giró la vista hacia personajes, situaciones y lugares ligados el Estados Unidos rural. De historias de la Guerra de Secesión a granjeros y sindicalistas, pasando por las aventuras de faldas de un camionero en Louisiana.

Coincidiendo con su 50ª aniversario se edita una edición especial, supervisada por Robertson, con el álbum original remasterizado por Bob Clearmountain y con múltiples inéditos. Se incluyen grabaciones alternativas, versiones instrumentales y su concierto del festival de Woostock, inédito hasta ahora, con joyas como I shall be released, que tocaron con Dylan cientos de veces. Los más fanáticos disponen de una edición Superdeluxe con 2CDS, 2 LPS de vinilo, un 7 pulgadas del single original de Rag Mama Rag y un libro.