Vitoria, 18 dic (EFE).- La exposición "100 años, 100 juguetes" que acoge la sala de la Fundación Vital de Vitoria recupera una parte de la historia mediante el juego, ya que ofrece un viaje de un siglo, entre 1870 y 1970, por medio de una selección de juguetes de los más destacados fabricantes.

Las piezas escogidas para esta muestra, que se mantendrá abierta hasta el 29 de marzo, pertenecen a los Fondos Quiroga-Monte, una de las más reconocidas colecciones de juguetes a nivel europeo.

Su coleccionista, José Antonio Quiroga, ha destacado que esta exposición dispone de "lo mejor de su colección a nivel mundial con muchos juguetes expuestos por primera vez" ante el público.

La recopilación abarca los juguetes más inasequibles y deslumbrantes de cada época fabricados en España: grandes coches de hojalata, trenes eléctricos y muñecas Mariquita Pérez que llegaron a alcanzar en las tiendas el precio de 107 pesetas cuando el sueldo mensual de un obrero en los años 40 era de 150 pesetas.

La directora de Fundación Vital, Arantxa Ibáñez de Opacua, ha subrayado que los juguetes "reflejan los cambios socio-económicos, técnicos, culturales y políticos" de finales del siglo XIX y el siglo XX, que constituyen "un fiel reflejo de las costumbres comportamientos" a través de cien años.

En este sentido, Quiroga ha explicado como a través de los juguetes "se trataba de inculcar una ideología política" y ha puesto como ejemplo dos muñecas Peponas, cada una con su indumentaria republicana y nacionalista.

También ha remarcado que el mundo del juego "refleja un claro sexismo", ya que se destinaban "los coches y pistolas a los niños y las muñecas y sus cuidados a las niñas".

El recorrido ofrece la posibilidad de aproximarse a los materiales que se empleaban en cada momento, desde los primeros juguetes de hojalata, a los elaborados con madera, las muñecas de cartón piedra, los trenes de la posguerra y los prototipos de plástico que surgieron en 1949.

Quiroga ha expuesto que el juguete más antiguo expuesto en Vitoria es un carrusel de 1880, "pintado a mano con soldadura de estaño", mientras que los más modernos son los "Madelman y las Nancys de 1970".

Los vehículos son uno de los grandes protagonistas de la exposición y el asistente puede ver un Bugatti de 1930, el juguete más vendido en España en 1964 que es un Tiburón Citroen Paya de plástico rígido y hojalata, y reproducciones de coches a pedales Seat y Simca, entre otras "joyas del diseño industrial".

Trenes eléctricos "diseñados a demanda por la alta burguesía", aviones, un Scalextric de 1960 que funciona mediante una manivela, muñecos de cuerda y mecánicos, indios y vaqueros, un futbolín de 1950 fabricado en Vitoria, un buque de guerra de 1880 y un diorama de 1890 son otros de los reclamos de esta exposición.

La muestra se acompaña con una selección de 160 fotografías relacionadas con el juguete del fotógrafo asturiano José Ornia.