Le ha pasado este fin de semana a Aitor Vinagret, actor gasteiztarra afincado en Barcelona, que durante unos días ha dejado la ciudad condal para acercarse hasta el barrio de Otaza, en Ozaeta, para ofrecer una junto al actor catalán Inda Pereda el nuevo trabajo de la compañía Koilara bajo la dirección del argentino Damián Bojorque. La representación teatral tuvo lugar el domingo por la tarde, aunque por la mañana también tuvo lugar un pase privado. “Trabajan el humor de los adultos, y durante toda la semana pasada estuvieron trabajando el espejismo. Están en proceso de creación y han querido estar aquí, trabajar y testar lo que están llevado a cabo con el público”, explican desde el espacio de creación.

La presencia de Koilara se suma a la lista de diversas compañías y actores alaveses residentes fuera del País Vasco que ha elegido en los últimos meses el espacio ofrecido por Garaion para mostrar sus creaciones. “Estos noveles artistas traen con ellos a agentes culturales de todos los lugares del mundo que son compañeros de estudios, investigaciones o proyectos nuevos en las grandes ciudades pero que eligen Álava como lugar para trabajar y experimentar”, se enorgullecen desde el proyecto ubicado en Ozaeta.

“Les encanta traer a su tierra a otros artistas y poder trabajar sus nuevos proyectos en casa”, reconocen al tiempo que apuntan que “la semana pasada vino Aitor Vinagret con una nueva compañía, creada por un alavés, un catalán y argentino, mientras que esta semana viene Amaia Bono con otro compañero canario. Además en Semana Santa estuvo Marina Suárez Ortiz de Zárate con once jóvenes artistas de todo el mundo”. “Está claro que los jóvenes tienen que salir de Álava para aprender, formarse y experimentar pero quieren volver a crear y a enseñar su tierra a sus compañeros, son nuestro diplomáticos culturales”, concluyen.

Este tipo de iniciativas sirven para dar a conocer la labor de una asociación asentada en el barrio de Otaza, de Ozaeta, desde hace una decena de años y cuyo objetivo pasa por que “todos los días llegue aquí gente de Álava y de todo Euskal Herria para ser creativa”, subrayan desde el espacio cultural.

Crear desde la mezcla y el trabajo conjunto, crear estableciendo nuevas relaciones para favorecer cualquier manera de pensar abierta, crear porque todas las personas tienen algo que enseñar y que aprender, crear desde el ámbito rural y con la naturaleza, crear para innovar manteniendo vivos los legados recibidos, crear también más allá de la expresión artística pura. Asentadas en un paraje idílico del pueblo de Ozaeta, sus tierras ocupan una extensión de unas 60 hectáreas pertenecientes a una cooperativa del grupo Erkop. Eligieron como símbolo de Garaion Naturartea Elkartea una figura compuesta por tres manzanas. Una de ellas se ejemplifica en impulsar la creatividad en la sociedad “porque si queremos un pueblo innovador necesitamos una sociedad creativa”. ¿Cómo hacerlo? “Trabajando desde la infancia, para que también los más pequeños se sientan muy creativos”. Otra es la relación con la naturaleza. “No necesitamos cuidar la naturaleza sino mejorarla, ponerla en un estado de mejora continuo”. La tercera se refiere al patrimonio social, entendiendo esto como el trabajo en pro del euskera pero también de la recuperación de oficios “viejos”, la mezcla de personas distintas, la labor en auzolan... es decir, qué se puede aportar a un capital común, vital, humano.

Residencias de artistas, talleres, cursos, representaciones (el espacio escénico está ubicado en el antiguo pajar y tiene capacidad para unas 300 personas)... un amplio espacio físico donde “generar vivencias que marcan porque hay mucha gente que, de verdad, quiere compartir su sabiduría”, señalan.