Vitoria - A la cuadragésimo cuarta edición del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz, aunque ya lleva tres semanas en marcha, todavía le queda algún escenario por abrir. Es el caso del Félix Petite, aunque las tablas del centro cívico Ibaiondo se van a desquitar hoy mismo de la mano de Legaleón-T y Kolectivo Monstrenko, que, a partir de las 20.30 horas, presentarán la última versión (por lo menos por ahora) del espectáculo ¿Hay alguien ahí?, una cita para la que, por cierto, todavía quedan entradas disponibles por 15 euros cada una.
A modo de comedia sobre la propia existencia del ser humano, el montaje, como explican sus creadores e intérpretes Txubio Fernández de Jauregui y Esperanza López, es un trabajo sobre las cosas que hay que hacer, las que se hacen, las que nunca se harán, las que no se deberían haber hecho, las que se quieren hacer... en definitiva sobre “esa aparente condena que tenemos de seguir haciendo en nuestra vida como si no hubiera un fin, como si todo fuera infinito”, más allá de que el tiempo esté presente y marque el caminar. “Pero que nadie se asuste, es una pieza cercana y amable, o eso es lo que dice el público”, sonríen. De hecho, son conscientes que el humor que empapa toda la producción “nos permite pellizcar al público” ya que “para pensar no hace falta estar con el ceño fruncido, tampoco es para tanto”.
La obra se presenta ahora en su versión completa y final, aunque sus orígenes están en 2017, en una creación de 25 minutos que se estrenó en el festival L’Alakran 20 años de creación en Ginebra. “Pero se nos quedaron muchas ideas que, por el límite temporal que nos imponía el formato del certamen, no pudimos desarrollar. Y queríamos darles rienda suelta. De hecho, a lo largo de este tiempo, el proyecto -que se pudo ver en su forma original tanto en el Festival Internacional de Teatro de Vitoria de ese año y en el Bibat (en la zona correspondiente al Museo Fournier de Naipes)- ha ido creciendo “de manera expansiva porque nosotros somos muy expansivos”, también gracias al trabajo llevado a cabo en mayo de este año invitados por el Teatro Pradillo de Madrid.
Así, aunque no descartan del todo que el montaje pueda tener un desarrollo futuro, ahora ambos comparten con el público esta versión de hora y diez minutos. Tiempo en el que ambos intérpretes se encuentran a solas sobre el escenario para compartir una conversación “sobre algo que, en realidad, le preocupa a todo el mundo porque todos estamos aquí, sin tener nada que hacer pero sin parar en ningún momento”, una charla sin línea narrativa concreta en la que “el humor, que para nosotros es una manera de mirar a la vida y una forma de hacer teatro, nos sirve también para acercarnos más a los espectadores”.
Así lo podrán comprobar hoy quienes acudan al Félix Petite, sobre cuyo escenario estarán López, Fernández de Jauregui y una mesa. Elementos suficientes para “una obra que podríamos llamar ensayística” en la que “todos los hilos de los que vamos tirando, terminan encajando, que es lo que más nos ha preocupado”.