Si lleno el ambiente en el BEC de Barakaldo impresiona, cuando está vacío la sensación es todavía mayor. A primeras horas de la tarde de ayer, el escenario era un continuo ir y venir de operarios para dejar todo listo de cara al primer concierto de los alaveses La Polla Records en Euskal Herria. El segundo tendrá lugar hoy, aunque desde que se pusieron a la venta las entradas no queda ni un hueco libre. De hecho, a nadie se le escapa que una tercera fecha hubiera tenido la misma respuesta.

La vuelta de los de Agurain ha despertado una expectación mayúscula como han dejado claro las actuaciones en Valencia y Madrid. Pero esta vez, Evaristo, Sumé, Abel, Tripi y Txiki jugaban en casa y DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA fue testigo de excepción de un viernes frenético aunque la banda estaba de lo más tranquila. De hecho, ya en la prueba de sonido -que se produjo con algo de retraso sobre el horario previsto- se notó que el grupo está disfrutando cada instante de este tour especial que vivirá su broche en Barcelona la próxima semana. Luego tocará poner la mirada en 2020 y en Latinoamérica.

De hecho, el grupo llegó a eso de las 17.37 horas y. como siempre hace Evaristo, lo primero fue saludar uno a uno a todos los presentes, mientras su familia (ama incluida) reconocía los interiores del backstage. Eso sí, tras atender a alguna televisión, hubo que subir al escenario para hacer la prueba, que empezó con Salve, como no podía ser de otra manera. “Chicos, no ensayéis tanto que os vais a hacer daño”, reía el cantante con sus compañeros. Eso sí, que tienen esto más que dominado se notó rápido. Tres temas y el técnico de sonido dijo: “Por nosotros vale, pero si os queréis tocar otra para vosotros, vale”. Pero no, había que reservar fuerzas.

Después fue el turno de El Drogas y su gente, que a eso de las siete de la tarde hizo acto de presencia para dejar todo en perfectas condiciones de cara a la primera actuación de la noche. Imposible hablar de teloneros en su caso, sino de protagonistas de excepción. De hecho, la buena sintonía de ambas formaciones se notó al instante. Sus camerinos en el BEC estaban pegados puerta con puerta. No hay más que decir.

Según se fueron acercando las ocho de la tarde, la hora prevista para abrir las puertas del recinto, los nervios se fueron palpando. No en vano, tanto La Polla -que antes de iniciar esta gira ofreció dos citas especiales en la gasteiztarra sala Jimmy Jazz y en Oñati- como El Drogas eran conscientes de estar como en casa. El ambiente se caldeó rápido. En los músicos había ganas. En el público también. Todo ello mientras el personal de producción y los técnicos se tomaban el último respiro antes de un desembarco sonoro histórico.

El de la Txantrea arrancó muy puntual, a las 20.45 horas como estaba previsto, aunque todavía buena parte del público seguía entrando. El concierto arrancó con Okupación, de los Barricada, y a partir de ahí se fueron sucediendo temas del grupo navarro y de su trayectoria en solitario mientras no paraba de entrar gente y el personal de las taquillas y los bares del recinto que hasta entonces había estado tranquilo, empezó a sudar tinta china. Después fue el turno de La Polla, pero su concierto concluyó cuando esta edición ya estaba terminada, así que tiempo habrá mañana de contarlo. ¡Viva el punk rock patatero!