Barcelona - El ganador del Premio Planeta, Javier Cercas, considera que con la novela galardonada el martes, Terra Alta, en la que se sumerge en el género policíaco, inicia una nueva etapa, hasta el punto de que, confiesa, se siente “un escritor distinto, rejuvenecido”. Cercas asegura que, cuando llegó a su anterior novela, El monarca de las sombras (2017) se dio cuenta de que “era el final, y que a partir de aquí no sabía qué iba a pasar”. Y lo que ha pasado, ganar el galardón mejor dotado de las letras hispanas, ha sido gracias a “hacer algo que aparentemente no se parece en nada a lo que había escrito hasta ahora”.
Asegura Cercas que esta novela, en apariencia, no tiene nada que ver con él, ni su protagonista en su experiencia y su biografía, y, sin embargo, cree que ha metido todo lo que tiene en él y en todos los demás personajes. “Las novelas no son autobiográficas porque cuentes algo próximo a tu biografía, sino porque en esas novelas incluyes, transformado, tu propia experiencia vital”, y en este punto subraya que la obra surge de su experiencia de estos últimos años en Cataluña, “en particular del 2017 hasta aquí, unos años en los que mientras escribía la novela han sucedido unas cosas que yo nunca había vivido, y que creo que nadie había vivido”. Y añade: “Experiencias muy intensas, muy especiales, muy duras. Nunca había respirado la atmósfera que he respirado y todo eso está metido en la novela”.
La acción principal de Terra Alta transcurre en 2021 y “los momentos del procés son anecdóticos en la trama”, advierte. Lejos de construir una distopía, Cercas asegura que en su novela el lector va a encontrar “una Cataluña normal, no tan distinta de la actual, porque esta novela no habla en el fondo de cuestiones sociales, sino de temas más profundos: el valor de la ley, para qué sirve la ley, la posibilidad de la justicia, la legitimidad de la venganza, la búsqueda de una patria, o sea de un lugar donde vivir, que sea tuyo, al que perteneces, en el que te sientas libre”. El protagonista está “sediento de justicia hasta un punto en el cual yo en mi vida personal no lo estoy” y hay “una reflexión de hasta dónde puede llegar esa sed y en qué punto esa justicia llevada al extremo deja de ser justicia”.
Feliz por haber ganado el Planeta, Cercas considera que este premio le llega en un momento oportuno: “Había escrito un libro muy especial y ésta era la mejor manera de anunciar a mis lectores que había hecho algo nuevo, y además lo bonito del Planeta es que te da la posibilidad de llegar a mucha gente”. Consciente Cercas de correr el riesgo de repetirse, cree que ha hecho algo “radicalmente distinto a todos los libros que he escrito y al mismo tiempo radicalmente fiel a ellos”. Recurrir al thriller no es algo nuevo, pues casi todas sus novelas fueron concebidas bajo esa estructura: “hay siempre una búsqueda de la verdad, ese alguien a veces se llama Javier Cercas, un periodista, y en este caso es un policía”.
Sitúa su novela el autor en una comarca tarraconense, la Terra Alta del título, “donde nunca pasa nada”, hasta que sucede un triple asesinato, un matrimonio de potentados que regenta la empresa más importante de la zona, que aparecen muertos junto al cadáver de su criada rumana. Se encarga de la investigación Melchor Marín, un joven mosso d’esquadra, “lector voraz de novelas, que ha llegado a la comarca procedente de Barcelona, cargando a cuestas con un pasado tremendo”.