sucede en ocasiones que la actualidad informativa se colapsa por abundancia de asuntos de similar importancia y por ello, los medios deben de mover el foco informativo y dar prioridad a un asunto sobre otro, y en esta decisión los medios enseñan la colita y se decantan por un tema u otro, a tenor de sus intereses mediáticos. Lo acabamos de experimentar con el asunto de las consecuencias de las penas impuestas por el Tribunal Supremo a los responsables del procés catalán.
Cada medio ha respondido de distinta manera a la necesidad informativa de cubrir los acontecimientos del pasado lunes, y cada tele ha enseñado la patita de cómo entienden la cobertura informativa de tan relevante material informativo. En esta variedad de respuestas informativas, sobresale La Sexta, que con su decidida apuesta de cubrir la actualidad desplegó medios y periodistas en una cobertura amplia y significativa, con entrevistas a los partidos en liza y analistas plurales para que el espectador se forjase una idea de lo que está ocurriendo en aquellas tierras.
Antonio Ferreras y su amplio equipo supieron mantener el rumbo de contar con nitidez lo que estaba ocurriendo en una Catalunya agitada por las manifestaciones y protestas surgidas en solidaridad con los políticos presos. La fuerza de la actualidad se impuso y la precampaña electoral del 10-N , la exhumación del caudillo-dictador Franco o las marchas de pensionistas pasaron a un plano de escasa notoriedad e importancia informativa. Es una característica de la aldea global que habitamos y que varía la atención de los medios en función de intereses ideológicos o estrategias empresariales. La actualidad cambiante marca el devenir de las informaciones hoy, en primer plano, mañana, olvidadas. Es el modo de trabajar de los medios que bambolean a la Opinión Pública.