Vitoria - Llega el momento de un nuevo estreno para la compañía gasteiztarra Ortzai, en esta ocasión con el Teatro Apolo de Miranda de Ebro como punto de referencia para los espectadores. Junto a los integrantes de la Joven Orquesta de Cámara Gregorio Solabarrieta, este sábado llegará la primera oportunidad de encontrarse con la mirada que tanto el grupo como la formación musical han realizado a El público, de Federico García Lorca. La cita será a partir de las 20.30 horas, quedando todavía algunas localidades a la venta.

“Es un grito a la libertad artística frente a la censura, lo reprimido, lo políticamente correcto. Pero también, en un plano más íntimo, es una llamada a la libertad amorosa, personal”, describe el fundador y director de Ortzai, Iker Ortiz de Zárate. El reto, eso sí, no es sencillo. No en vano, esta obra encuadrada en el denominado teatro de lo imposible del autor granadino es una de sus creaciones más desconocidas por los espectadores. “Hay quien ha considerado que es irrepresentable y la verdad es que es una obra poco convencional. Incluso hay quien ha dicho que, en realidad, no está completa”, pero tal vez por todo ello, el reto para el grupo vitoriano está siendo más emocionante incluso.

Un total de 40 personas, entre intérpretes y músicos, van a tomar parte en una producción en la que Ortzai se ha involucrado a raíz de la relación establecida con la asociación cultural Gregorio Solabarrieta. “Durante una gira por Latinoamérica, tuve la ocasión y el honor de conocer a Victoria Espinosa, la primera directora que puso en escena El público en los años setenta, en Puerto Rico. Ella estuvo viendo la obra ¿Y ahora? Eta orain? y tuvimos el gusto de conocerla. Me emocionó mucho su sensibilidad y su humanidad. Cuando la conocí no pensaba que un día llevaría a escena la obra”, apunta Ortiz de Zárate a la hora de rememorar su relación con un montaje que ahora estrena, también con la colaboración del artista mirandés Fernando Piñeiro.

Así, el público tendrá la oportunidad de adentrarse en una pieza compuesta por una serie de cuadros, un “recorrido por el camino del subconsciente”, aunque como apunta el director, actor y dramaturgo vitoriano, son muchas y varias las interpretaciones que a lo largo de los años se han querido hacer de la creación de Lorca, reflexiones a veces incluso contrapuestas. “Es un teatro distinto, de eso no hay duda, más allá de que yo esté más o menos de acuerdo con algunas de las cosas que se dicen sobre la obra”.

De hecho, tuvieron que pasar varias décadas para que la pieza escrita a principios de los años 30 del siglo pasado fuera llevada a escena, y aunque tampoco han sido muchas las producciones realizadas, incluso hace cuatro años se estrenó una versión operística.