Bilbao - A partir del 2 de septiembre, Klaudio Landa se va a dedicar a recibir amigos y conocidos en un plató que lo mismo puede ser el salón de una casa que la parte trasera de un pub inglés. Deja las tardes del segundo canal de Euskal Telebista después de ocho años de estar pico y pala de lunes a viernes. El curso para él comienza con una mudanza total. Se cambia de canal, se va a ETB-1 para colocarse al frente de Egunak egin du y también se sitúa en una franja diferente con todo alevosía y nocturnidad porque su programa comienza al filo de las once de la noche. La emisión será de lunes a jueves, promete que será un tiempo canalla, sin censura ni cortapisas. Se lleva gratos recuerdos de la anterior la anterior etapa y se siente sumamente agradecido a todos los que le han rodeado a lo largo de este tiempo, pero está convencido de que era el momento de cambiar, se lo pedía el cuerpo y lo ha conseguido.
Creo que ETB le ha colocado en su sitio.
-¿Cómo? ¿Qué quieres decir? ¿Mi sitio? ¿Cuál es?
Demasiadas preguntas. Le han puesto en la noche, su sitio natural, con alevosía y nocturnidad.
-Ja, ja, ja? Es un sitio en el que estoy bastante cómodo.
¿Cómo va a ser el programa?
-Acabo de salir de una reunión y ya tenemos montado el decorado.
¿Va a ser el decorado la más importante del programa?
-Lo más importante, pues no. Pero tiene mucha importancia, para que la gente se haga una idea, va a ser como estar en el salón de una casa. Mi función va a ser un poco de anfitrión, voy a ir recibiendo. Voy a tener a rostros conocidos a mi lado en un espacio que puede ser un salón de una casa, con sus sofás y sus cosas, ya lo he dicho, o puede ser, me lo recuerda mucho, la parte trasera de un pub inglés de Londres.
¿Con qué escenario se queda?
-Con los dos, son muy íntimos ambos. En la sala que tenemos como plató, voy a ir recibiendo cada noche a amigos, a gente conocida, muy conocida y otros que igual no son tan conocidos, pero que tienen grandes habilidades y cosas que contar. Sobre todo, mis invitados van a tener bastante humor, el humor es esencial. Lo que vamos a hacer es lo que hacen muchas cuadrillas de amigos.
¿Y qué hacen?
-Cuando va acabando el día los amigos se juntan y comentan la actualidad, las cosas que han pasado, dando sus opiniones, rememoran anécdotas que tienen relación con alguna de las noticias del día y, como hacen muchas cuadrillas, nos da tiempo a jugar un poco entre nosotros. Va a ser un espacio de amistad, de buen rollo, de mucho tono nocturno?
Dígame, ¿cómo es el tono nocturno que van a emplear? ¿Nos vamos a sonrojar?
-¿Sonrojar? ¿A estas alturas? Estando en una franja horaria que no hay censuras, tampoco cortapisas, vamos a hacer y decir lo que apetece.
¿Un programa canalla?
-Esa palabra podría ir bien, un poquito canallita, por qué no.
¿Censura en ETB? No me lo puedo creer. ¿Tenía censura en el programa de tarde?
-No, no. Quiero decir, que como en todos los sitios a partir de una hora, uno ya se desinhibe.
¿Es un alivio dejar la tarde? Tenía que ser un lugar cómodo, llevaba ya ocho años.
-Eso, ocho años y todos los día ahí, pico y pala con la actualidad. Estoy muy satisfecho con el trabajo y agradecido. Me lo he pasado muy bien.
¿Y ahora cómo está?
-Como con todos los retos, emocionado. Voy a estar de lunes a jueves.
Así que estar pringado casi toda la semana, no ha ganado mucho con el cambio.
¿Directo o falso directo?
-Cuasi directo.
¿Prefiere trasnochar a madrugar?
-Mis biorritmos se encienden a partir de las diez de la noche.
Así que encantado.
-Tú lo has dicho al principio, vuelves a su estado natural. A mí, a partir de las diez de la noche el cuerpo me pide marcha.
La noche del viernes le dejan libre para que sea canalla a nivel privado, ¿no?
-Ja, ja, ja? La noche del viernes va a ser muy canalla, pero sin cámaras, serán noches personales y canallas. El resto, las compartiré con todo el mundo que quiera estar con nosotros, espero que ese mundo sea amplio. Por cierto, voy a tener invitados con los que voy a estar más que encantado. Es un lujo, de verdad, estoy más que feliz. Va a haber en el programa grandes joyas, gente muy maja, muy divertida y con muchas cosas que contar. Estoy emocionado, es que no puedo pedir más.
¿Se esperaba este cambio o le ha pillado por sorpresa?
-Siempre estoy abierto a cambios. Además, llega un momento en el que el cuerpo te pide irte a otro lugar?
¿Era este el momento?
-Podría ser. Había otro tipo de cosas que podía haber hecho, pero este programa es seguramente lo que me pedía el cuerpo ahora mismo. Desde que supe mi nuevo reto, lo que hago es contar los días que faltan hasta que llegue el 2 de septiembre, el día del estreno. Tengo muchas ganas. No me han pillado por sorpresa estos cambios. Hay veces que piensas: ¡Cómo me apetecería hacer un programa de este tipo! Y va y aparece.
Tiene suerte, no le hace falta jugar a la lotería.
-Ja, ja, ja? Es cierto, tengo suerte y esto es una lotería.
Le queda poco para dejar de dar vuelta y vuelta en la playa. ¿Qué tal el verano?
-Fenomenal. Llegué el lunes de vacaciones, después unas vacaciones merecidas, creo. Ha sido mes y pico, cinco semanas, y estoy recargado totalmente.
Ya sabe que el efecto balneario de las vacaciones dura poco, más bien nada en cuanto se pone un pie en el puesto de trabajo.
-No creas. Disfruto mucho de las vacaciones, pero también lo hago con el trabajo y eso es una suerte. Estoy haciendo desde hace años lo que me gusta, no puedo pedir más. Con este programa estoy muy feliz y también lo he estado en las tardes de ETB-2.