Vitoria - Hasta hace casi una década, la agenda escénica de la capital alavesa tras La Blanca era un páramo absoluto. Ante ese desierto, Ortzai decidió hacer la apuesta de presentar cada agosto un nuevo estreno en clave de comedia y de clásico con el que encontrarse tanto con el público local que se quedaba en Gasteiz como con todas aquellas personas -cada vez más- que se acercaban a la ciudad en su momento vacacional. Esa iniciativa se ha ido consolidado con el paso del tiempo, convirtiéndose en una cita imprescindible que, cómo no, en este 2019 va a volver a abrir las puertas de la sede de la compañía, ubicada en la calle Pintorería. Así, desde el 10 de este mes hasta el 4 de septiembre, se producirá la novena edición de un ciclo ahora rebautizado como Clásicos de Verano, que esta vez propondrá a los espectadores una nueva versión de El perro del hortelano, de Lope de Vega. Cada jornada y de manera ininterrumpida, el simbólico telón se subirá a las 20.00 horas (habrá algunos días específicos que se adelantará el inicio de la sesión) para que las tablas del Casco Viejo se llenen de alicientes.

“Es un clásico grande, en letras mayúsculas”, apunta Iker Ortiz de Zárate, fundador y director del grupo vitoriano, que también va a formar parte de un elenco en el que figuran Patricia Carlos de Vergara, Silvia Martínez Tazo, Teresa Ibáñez, Eric Ruiz de Loizaga, Patricia Sáez Romero, Amaia Cid, Asier Santiago, Jon Haran Cañaveras, Eduardo Suso, Aintzane Rodríguez, Carlos Larrea, Paquita Quincoces, Victoria Aparicio y Josu Larrea.

“Es una comedia palatina, urbana, en la que se enfrentan amor y honor. El amor que siente Diana por su secretario Teodoro, joven avispado y arribista que, ante los encantos y posición social de su señora, no duda en correr el riesgo de manifestar su amor por ella... abandonando a la que es su amada actual, Marcela, sirvienta en palacio. Si el valor moral del héroe de la obra, Teodoro, es ambivalente, la profundidad psicológica de sus personajes femeninos, su toma de iniciativa y una caracterización sexual inequívoca hacen de esta comedia una pequeña gema dentro de la producción teatral clásica”, describen desde la compañía alavesa.

Desde estas bases, Ortzai espera volver a contar con el favor del público, tanto de los que ya son unos habituales de este ciclo -espectadores muy numerosos- como de aquellos que se sumen por primera vez a una cita que se encuentra por segunda vez con Lope de Vega. Una programación que no deja de ser un esfuerzo importante para el grupo en una capital alavesa que casi se vacía por completo de actividad cultural en las semanas posteriores a fiestas, a pesar de que cada vez más gente se queda o pasa por la ciudad.

De hecho, el próximo verano el ciclo cumplirá su décima edición y la compañía ya está barajando diferentes posibilidades para hacer “algo especial”. De todas formas, todo llegará. Es más, el próximo curso el propio Ortzai cumplirá quince años de andadura. Pero de momento, que no es poco, toca disfrutar con El perro del hortelano.