Donostia - Al igual que hizo con Nueva York, el director Woody Allen quiere “presentar al mundo” su “visión sobre Donostia”. La visión de un “paraíso” que le “encanta”, según reconoció ayer en la rueda de prensa de presentación del rodaje que comenzará hoy en el Boulevard y que se prologará durante varias semanas hasta el 23 de agosto.

El cineasta de Brooklyn compareció ante los medios de comunicación acompañado por el productor ejecutivo de Mediapro, Jaume Roures, y parte del elenco internacional que protagonizará la cinta: Elena Anaya, Sergi López, Wally Shawn y Gina Gershon.

El director y guionista de esta historia, que cuenta con el título provisional Rifkin’s festival/El festival de Rifkin -Rifkin sería el nombre del protagonista, pero según informaron fuentes de la producción, este podría haber cambiado, como lo hará el propio título de la cinta tras el rodaje- expuso que tras decidir rodar fuera de Estados Unidos y retomar el contacto con Mediapro Studio, con quien ha trabajado durante largos años -este será su cuarto filme con la productora fundada por Roures-, apostó por volver a trabajar en el Estado.

“No me gusta marcharme de Nueva York”, confesó el director de Manhattan, Balas sobre Broadway, Annie Hall y Misterioso asesinato en Manhattan. Ante esta realidad, y queriendo disfrutar al máximo de las semanas de rodaje durante este verano, recordó la “hermosísima ciudad” que es Donostia y que había visitado en un par de ocasiones para participar en el Zinemaldia -en 2004 recibió el Premio Donostia y en 2008 para presentar Vicky Cristina Barcelona-.

Por lo tanto, pensando que “vivir en Donostia es toda una experiencia y un placer absoluto”, se puso manos a la obra para preparar un guion ad hoc que se ajustase a la capital, con una historia que estuviese ubicada en el propio Festival Internacional de Cine. Según la actriz Elena Anaya, a la que el neoyorquino conoció por su papel en La piel que habito, de Pedro Almodovar, la escrita por Allen es una de “las historias más bonitas” que ha conocido nunca; una afirmación que también corroboró Gina Gershon: “Es un guion hermosísimo”.

Precisamente, el director de este certamen, José Luis Rebordinos, así como la subdirectora Maialen Beloki, se acercaron ayer hasta el Kursaal para recibir al cineasta, junto con otros representantes institucionales, como el director de la Filmoteca Vasca, Joxean Fernández, el alcalde de Donostia, Eneko Goia, y el diputado general, Markel Olano.

el rodaje La cinta de Allen, una comedia romántica sobre los affaires de un matrimonio durante su estancia en la capital, cuenta con un equipo de más de un centenar de personas, de los cuales, la mitad, son locales, según informó Reures en la rueda de prensa, sobre la que volaron en varias ocasiones preguntas de los periodistas sobre las acusaciones de abuso del director a su hija adoptiva Dylan Farrow y sobre el boicot promovido por el movimiento MeToo.

Durante las siete semanas que dure el rodaje, Allen intentará captar su visión sobre la ciudad, el séptimo arte y los festivales. Rodará en el centro de la capital -hoy lo hará en el Boulevard, la Parte Vieja y la plaza Cervantes-, y en municipios colindantes como Zumaia o Pasaia Donibane. Asimismo, las zonas de costa y una zona boscosa cercana al centro también tendrán su protagonismo en esta comedia romántica, así como todos aquellos lugares que tengan que ver con el Zinemaldia. Por ejemplo, según ha podido saber este periódico, Woody Allen filmará próximamente en el palacio de congresos del Kursaal. Se desconoce el presupuesto del proyecto, que será distribuido internacionalmente por MediaPro y FilmNation cuando finalicen los trabajos dentro de diez meses, aunque se apreciaron diferencias al respecto entre Roures y Allen. Para el director es “bajo”, mientras que el productor piensa todo lo contrario.

Rifkin’s festival será un homenaje al cine. El neoyorquino lamentó el rumbo actual de estos certámenes, que se han enfocado hacia las “estrellas y la publicidad”, “a la comercialidad”, y añoró los tiempos en el que los festivales eran un “homenaje al cine de verdad” y que servían para mostrarlo “como forma más elevada de arte”.

Antes de convertirse en actor y director, el responsable de Match Point, frecuentaba los festivales de cine como espectador, cuestión que dejó de hacer al convertirse en realizador. “No me gustaba la expectación”, comentó para explicar los motivos que le llevaban a enviar sus cintas a Cannes con una delegación que la defendiese. Posteriormente, le “convencieron” para volver. “Me agasajaban tan bien que comencé a disfrutar”, bromeó.

el elenco Asimismo, el realizador alabó la labor de sus actores, tanto el elenco actual, como aquellos con los que ha trabajado previamente. “Soy un producto de los grandes actores y actrices con los que he trabajado. Recibo el crédito por su trabajo”, reconoció humilde, para después continuar explicando en que su manera de hacer no da muchas indicaciones a los actores, por lo que las improvisaciones son las que hacen que él quede bien.

En cuanto al reparto presente en la sala, Wally Shawn, un habitual en la carrera del de Brooklyn desde su debut en 1979 en Manhattan, afirmó que lo que hacen los intérpretes en los filmes de Allen es “pasear por sus sueños”. “Podemos decir que él me descubrió. Existe una magia especial con él”, apuntó el estadounidense.

Por su parte, Sergi López afirmó haberse quedado “patitieso” cuando recibió la llamada para trabajar con el de Brooklyn: “No dude muchos segundos en decir que sí”.

Algo similar aseveró Gershon, quien aseguró que ya había dicho “sí” antes incluso de leer el guion: “Me pellizcaba porque trabajar con Woody Allen es un sueño hecho realidad”.

“Es una persona entrañable, un genio, una leyenda”. Elena Anaya también se deshizo en halagos para el realizador y consideró el rodaje en Donostia “un placer de la vida”.

Preguntadas por su decisión de trabajar con el neoyorquino tras las la llamada al boicot del MeToo. “Es uno de los mejores directores que existen en el mundo. Creo en la justicia y como actriz soy responsable de los trabajos que elijo, que los elijo por el guion”, respondió Anaya, a lo que Gershon añadió que vivir actualmente en EEUU “es una locura” y que “cada uno tiene que analizar cada situación. “Soy consciente de que soy mujer y estoy encantada de estar aquí. Hay muchas cosas buenas que están saliendo de estos movimientos, pero debe haber un discernimiento”.